lunes, 17 de mayo de 2010

Miedo

Bienvenidos todos y todas.

Cabría, antes de empezar, felicitar a Cristina por su reciente cumpleaños y regañarla a la par por no habernos invitado a nada. El principio básico de cualquier cumpleaños es siempre el mismo, uno celebra una fiesta o se invita a una cañas para, acto seguido, recibir un regalito de los amigos. Es por tanto necesario invitarse a algo, amiga mía, para que te den el regalito en cuestión… ahí queda eso.

La semana pasada me propusieron ustedes un tema, el miedo.

Miedo es eso que tanto y tan bien conocemos. Una familiar sensación que nos sube por la espalda cuando algo nos provoca inseguridad. Y es que el miedo es casi siempre provocado por la inseguridad que sentimos ante ciertos acontecimientos.

El más normal de los miedos es el producido por cosas tan comunes como, un perro rabioso que se está comiendo nuestros miembros, una caída en el vacio mientras nos percatamos que nuestro paracaídas no se abre, o el producido por una gran y peluda araña que trepa por nuestro brazo. No obstante, estos son miedos más o menos normales y muy naturales. A quién no le da cierta sensación de inseguridad cuando salta de un puente atado tan sólo por una cuerda?... o cuando bucea con tiburones… es normal.

Nuestro buen amigo Aguiwaka proponía el otro día este tema con una bonita frase: “El miedo... Q nos paraliza, q nos impide evolucionar”

El miedo a la propia vida y sus constantes retos es una pandemia con la que tenemos que luchar a diario. Desde siempre, estamos obligados a enfrentarnos a cientos de situaciones en las que no nos sentimos seguros. Un aumento, una conferencia, el primer día de clase, el examen de conducir, una beca en un país extranjero, etc… Todas esas situaciones nos mantienen alerta, con ese nudo en la boca del estómago que en ocasiones nos hace temblar la voz.

Miedo es lo que nos recuerda que podemos perder, que las cosas igual no salen como esperamos, que podríamos quedarnos sin nada. 

Sin la chica de nuestros sueños, sin la experiencia de nuestra vida, sin el aumento, la casa o la estabilidad que esperamos. El miedo a no conseguir lo que queremos nos lleva, en la mayoría de los casos, a no intentarlo. Es siempre mejor una retirada a tiempo que la decepción de una derrota… al menos así piensan muchos.

Creo que, en la teoría, estamos todos de acuerdo. Es mejor luchar y perder que rendirse y no ganar jamás, aunque para ello hayamos de superar el miedo.

Qué dirán?, qué pasará con mi vida?, saldrá bien?... y mis planes?... a estas edades voy a cambiar de rumbo?... y si me arrepiento?... y si me equivoco??? … y si no es el hombre que espero??... y si me deja?... y si mi familia no lo entiende?.... y si me despiden?... o quedo segundo…. Y si me quedo quiero y mejor no intento nada?.... sería más seguro.

Sin duda lo sería sí. Más seguro, pero menos interesante.

Ya lo dije una vez y lo repito hoy. Sean felices, vivan su miedo, no es malo tenerlo, es síntoma de que están vivos… y no dejen nunca que les agarrote los pies, será que no están viviendo.

Ala, a más ver!

5 comentarios:

aguiwaka dijo...

Vale, se q este no es el programa de Punset, pero, coñe!!! Q es el post en el q menos te has extendido!!! ¿Miedo? (jeje)

Vanesa dijo...

jiji, sip, yo también me esperaba otra cosa.
Da igual!, yo tiro del hilo ummmmm.
Se dice: "el miedo es casi siempre provocado por la inseguridad que sentimos ante ciertos acontecimientos. "
Lo mejor: estar siempre totalmente seguro de lo que estas haciendo y asimilar sus consecuencias positivas y negativas y con ello, no tendrás miedo a nada.
Y es posible, lo prometo.
ea.
[este blog hace cosas raras al publicar grrrr]

Vanesa dijo...

Por cierto Javi! muy guapo sales en las fotos del concurso de foto del Retiro :D

Vanesa

Anónimo dijo...

A mi m'as acojonao, Borjita. Seran tus pelos de punta?? Sera la camiseta/mejillon? Seran tus enormes zapatos?? Sera tu mirada lascivocuriosa?? Sera tu cara de cabreo al enterarte que te bajan el sueldo?? ...aaaaahhhh, te chinchas, no haber elegido mue'te.

fAtu

aguiwaka dijo...

Borja, reescribelo... No lo has escrito sintiendolo...