domingo, 11 de abril de 2010

Buenos Aires es como contabas…

Buenas noches, qué tal están ustedes… espero que bien.

Ya hemos llegado, a Madrid. El viajecito por tierras Argentinas terminó y queda tan sólo hacer la sección Buenos Aires para terminar la guía del autoestopista Argentino. Espero que sus vacaciones de semana santa hayan sido reparadoras y excitantes. Espero que el Bando de la Huerta haya sido ruidoso y descontrolado, divertido y mítico.

La pasada semana viajamos desde el Calafate, en la Patagonia, a Buenos Aires (Bs As). Se trataba de pasar cinco días en la ciudad porteña con objeto de conocer a la población local. Para tal efecto me cité en BsAs con tres pingüinas a las que llamaremos “las tres sudamericanas”, Alba, Ana y la singular Elena.

Con buena compañía y mejor predisposición pasamos cuatro magníficos días en la ciudad de Buenos Aires, capital Argentina y la más europea de las ciudades de por allí, al menos eso dicen.

Buenos Aires fue fundada en el siglo XVI por Pedro de Mendoza, que tenía el encargo de buscar una buena ubicación para una ciudad, desde la que organizar y re-direccionar todo el comercio de plata y metales preciosos que, desde el nuevo mundo, viajaban a España. El delta del Rio de la Plata, que debe su nombre al comercio que por sus aguas se hacía de ese material, fue el lugar ideal para establecer dicha ciudad.

Como el tal Mendoza era un poco tontorrón no se le ocurrió otra cosa que fundar la ciudad con muy poca gente y por eso los nativos de la zona les dieron “pal pelo” dejando la fortificación hecha unos zorros.

La ciudad se re-fundó en 1580 por Juan de Garay, un tío mucho más listo que Mendoza, porque viajó con más efectivos y mejor preparados para establecer una colonia. En lugar de establecerse donde la primera fundación, en lo que hoy es el parque Mendoza (San Telmo) refundaron la ciudad en la actual Plaza de Mayo (como la canción de Sabina), construyendo allí un fuerte que hoy es La Casa Rosa.

La Ciudad de Buenos Aires nació (en su primera fundación en 1560) en lo que ahora es el barrio de San Telmo y la Boca, la zona sur de la ciudad y la zona más pintoresca de la misma. Puesto que en esa zona se construyó un puerto para el comercio de Plata, los naturales de la zona se llamaron Porteños. Hoy en día un Porteño es un habitante de Buenos Aires, pero en su día, el Porteño era sólo el habitante del puerto, es decir, de San Telmo y La Boca (que debe su nombre a la boca del riachuelo que por allí pasaba)

El Tango nació también en esa zona. Hay que pensar que el tráfico de esclavos y los inmigrantes provenientes de Europa fueron mezclando sus tradiciones, bailes y raíces. Así nació el Tango, que debe su nombre al Tangó, el espacio donde eran almacenados los esclavos o a la palabra congolesa Tangó, un espacio cerrado en el que para entrar hay que pedir permiso (Wikipedia nuestra de cada día) Se trata de un baile con claro carácter popular, muy sensual y de raíces africanas en sus movimientos.

Cuando el Tango se puso de moda en Europa, sobre todo Paris, las clases adineradas de Buenos Aires, la zona Norte, quisieron aprenderlo y bailarlo, pero le quitaron el toque super sexual del Tango Porteño y refinaron sus pasos. Durante décadas se podían bailar en Bs As dos tipos de Tango con movimientos bien diferenciados, el Porteño, más sexual y africano y el de Salón, más elegante y refinado.

En lo que a la ciudad se refiere Bs As tiene grandes atractivos turísticos. La Boca, el barrio más tradicional y porteño, no es gran cosa ya que son sólo dos calles, pero la calle Caminito es digna de verse, con sus casas pintadas de vivos colores y su zona de artesanía. Una curiosidad, las casas comenzaron a pintarse del color con que se pintaban los barcos que venían de Europa. Si sobraba pintura roja, pues rojas, si el siguiente barco tenía azul, pues azul. Era una manera barata de pintar las casas sin tener que pagar la pintura, ya que eran excedentes. De ahí le vienen la Boca sus características fachadas.

Además del barrio de La Boca, está el barrio de San Telmo, famoso por su zona de anticuarios, muy entretenida si se quieren encontrar cosas curiosas, fotos eróticas del XIX o juguetes de cuando éramos niños…. Toda una delicia.

Visiten también la zona del puerto nuevo, puerto Madero. Segundo puerto que se hizo en Buenos Aires cuando el de la Boca se quedó antiguo y pequeño para los grandes barcos. Hoy también se ha quedado pequeño y se usa como puerto deportivo, además de albergar una zona de buenos restaurantes y un puente de esos que hace un tal Calatrava… visto uno, vistos todos.

Dos últimos lugares que no deben perderse son, el cementerio de la Recoleta y el barrio de Palermo. En Recoleta nosotros pasamos una magnífica mañana paseando, perdiéndonos entre sus callejuelas y fotografiando sin parar las impresionantes tumbas, esculturas y curiosidades, del más popular de los cementerios. Confió en que tengan una visita tan bonita y especial como la mía.

En el barrio de Palermo disfrutarán del ritmo más fresco de la ciudad. Ahí se ha trasladado la zona Gay, los diseñadores, las tiendas y todo lo que tiene que ver con la vida bohemia de la ciudad. Vayan a la Plaza Cortazar en Domingo y disfruten del mercadillo, seguro que les gusta y terminan comprándose algo bonito.

Si lo que quieren es hacer algún tipo de compra más corriente, Buenos Aires tiene una calle, la calle Florida, que sale de la Plaza de Mayo. Esta calle está llena de tiendas y es el sitio perfecto para hacer unas compras de última hora. Al final de la misma están las Galerías Pacífico, las más famosas de Buenos Aires.

Los Bonaerenses son gente muy amable, fresca y trabajadora. Es una ciudad de contrastes, al llegar la noche cientos de personas salen a ganarse la vida buscando en la basura, de los hoteles, los restaurantes y las tiendas, todo tipo de productos para reciclar y vender: plásticos, papeles, vidrio o metal. Son en su mayoría víctimas de la crisis el 2001. Mientras que los turistas pasean de un lado a otro y una parte de Argentina se ha recuperado del desastre del 2001, una buena cantidad de Argentinos siguen en la pobreza intentando ganarse como pueden la vida.

La inseguridad es algo que preocupa mucho a los Bonaerenses. Es por eso que se ha creado un nuevo cuerpo de policía y existen muchísimas plazas para ingresar en alguno de los cuerpos que vigilan por la seguridad. Muchos Bonaerenses, huyendo de la inseguridad de la ciudad se han trasladado a las afueras, a urbanizaciones privadas, blindadas y con seguridad privada, en busca de algo de tranquilidad.

Verán que en cada esquina de la ciudad hay policías, de tres en tres, por todas partes. Es muy común, me decía un taxista, que la gente intente entrar en la policía como medio de ganarse la vida. El problema está en que trabajan como animales un montón de horas cobrando una auténtica miseria. Es por eso, por lo mucho que trabajan y sus bajos sueldos, por lo que cada vez es más común los chanchullos y corruptelas de la policía.

A nivel personal Buenos Aires me ha deparado muchas cosas. He podido conocer con calma una interesante ciudad y a tres bellas señoritas con las que he compartido más de un baile y unos cuantos mojitos. “las tres sudamericanas” le han dado a esta ciudad un bonito color y sin duda las fotografías de las tres en la ducha pasarán a mi álbum de gloriosos recuerdos.

5

No dejen de visitar la cuna del Tango, vayan con al menos cuatro días para pasearse por sus calles, tumbensé en alguno de sus parques y sonrían a las nativas.

Hasta aquí la guía para argentinos noveles. La semana que viene intentaremos darles algo más de carnaza para que se anime la cosa. Últimamente les veo un poco apagadetes. O bien han estado de vacaciones en la China o bien la guía de viajes de Argentina se la trae flojita (yo apostaría por esta opción)

Aprovecho para mandarle un besote especial a nuestra Mamá Pato, que se vino de NY con la fiebre bubónica y anda escupiendo vísceras en su casita. Le deseamos una pronta recuperación de sus facultades “oratorias” tanto Josu como yo.

Nada más, tengan buena semana y recuerden que un día gris se arregla con un pincel azul.

A ser felices!!!

2 comentarios:

dar417 dijo...

Bueno vale; reconozco que no he seguido muy al día tus periplos por la Patagonia, pero me he leído este último post (¿tal vez porque salen chicas en una foto?) y ciertamente me das envidia, cacho cabrón; pero de la insana además porque mientras estabas bailando tangos y tomando mojitos, aquí estábamos currando los señores de "a pie". En cualquier caso, que sepas que voy a coger tu guía y voy a hacer un fructuoso y malintencionado e interesadísimo uso de ella cuando vaya para allí, que no le va a quedar mucho, ala.
Espero que hayas tenido un buen viaje y que el jet lag te deje jodido un par de días, sólo por lo del recochineo.
¡¡Un abrazo!!

Veinte dijo...

Hola Dani... no te preocupes por no leernos... nunca nos han preocupado las audiencias demasiado y como sabes hacemos esto por terapia y diversión.
Cuando vayas para la Argentina no dejes de preguntarme más cosas que muchas se han quedado en el tintero. Seguro que te darán para hacerte el interesante con las nativas o tu señora.
Proximo viaje a Madrid nos echamos una partida a la Play y nos doblamos unas cervezas... el orden es lo de menos.
Un abrazo fuerte!!!