jueves, 1 de abril de 2010

Guía del Autoestopista Argentino: Patagonia Azul

Buen día, espero que las cosas les vayan bonito.

Les mando a todos un saludo, especialmente a David y Carmen, que cumplieron la semana pasada y a Cristinita, que me está cuidando las plantas y tendrá su recompensa por ello. Al resto les insto a ponerse a la pata coja, tocarse la punta de la nariz con el dedo índice de la mano derecha y gritar “soy feliz” mientras dan saltitos de un lado a otro. Si así no se les ha quitado el miedo a hacer el ridículo, su caso no tiene remedio.

Hechas las habituales salutaciones les cuento que hace dos noches llegué a Patagonia argentina en un viaje relámpago, debido en gran parte a las apreturas económicas provocadas por un embrague y caja de cambios inoportunos, en parte por la falta de tiempo para hacer todo lo que quería en apenas 2,5 semanas y una cita de trabajo adelantada en la Universidad Nacional de La Plata.

Sé que lo habitual en el blog es escribir los posts el día de autos, los domingos, o los lunes, pero no he podido resistir la tentación de ponerme manos a la obra, con el objetivo de no olvidar cada una de las sensaciones que he podido vivir aquí.

En el poco tiempo que he podido disfrutar de la Patagonia, creo que me he enamorado locamente de este lugar.

Sin duda podría hablar de mil y una cosas, sensaciones y experiencias vividas en Calafate, Patagonia, pero lo que más me ha llamado la atención, lo que no puedo olvidar y cada vez que recuerdo siento un escalofrió, es la luz y el color de esta tierra.

El azul, el constante azul y blanco que se ve por todas partes, desde el agua turquesa del lago Argentino a las impresionantes paredes de los Glaciares. Azul y blanco por todas partes en una enorme llanura de agua, montañas y pastos que se pierde en el horizonte.

Pongámonos un poco en antecedentes para no atropellar los acontecimientos y sensaciones vividas.

El Calafate es una pequeña población de unos 20.000 habitantes (parece mucho más pequeña que lo que dice Google) en el margen sur del lago Argentina, a unos 80 km del Parque Natural de los Glaciares y el famosísimo Glaciar Perito Moreno (el nombre se lo debe a un Perito que delimitó la frontera entre Argentina y Chile en la disputa por la tierra de fuego y Patagonia que casi les lleva a la guerra)

En el Calafate está el Hospedaje Lautaro, un pequeño negocio familiar (ahora verán por qué) que regentan Belén, Darío y su hija Andina. Esta pareja joven se empeña en tratarte como en casa, y lo consiguen desde el minuto uno en que entras por la puerta. Como todos los hostels (albergue en europeo) es muy asequible de precio y modesto en sus formas. Está claro que el que quiera servicio de habitaciones deberá ir a un hotel, pero sin ser un 4 estrellas estos chicos logran darte una atención que a mí, me recuerda a la que me da mi madre cuando regreso a casa…

No, para nada quiero decir que a las 12 de la noche estén esperándote en la puerta para olerte el aliento, o que se pasen la estancia diciéndote que no les llamas, lo que te conviene y lo que no. Me refiero a detalles como sus preguntas, su conversación, encontrarte una notita tierna en la bolsa de la comida que ellos mismos te han preparado o la sonrisa con la que te ponen el desayuno a las 7 de la mañana (a esas horas yo no creo que mataría a alguien)

Juntos, y con la inestimable ayuda de una renacuaja que corretea y parlotea de un lado a otro, han hecho un lugar muy, muy agradable, que sin duda será base de operaciones en mi próximo viaje a la Patagonia, espero que en menos de un año. Si lo que buscas es el trato directo, conocer gente y tener una estancia sugestiva, sin duda debes conocerlos. Un sitio limpio, tranquilo y cómodo sin excesos de precio ni decoración.

Si sólo fuese cosa de Belén y Darío no querría morirme en la Patagonia. El señor de la tienda de comestibles, el chofer que te lleva en bus al parque, la señora del estanco o un chaval al que le preguntas por la calle una dirección. Toda la gente de Calafate con la que me he cruzado ha sido especialmente cordial y humana conmigo. Una delicia al alcance de muy pocas poblaciones. Un modo de ser y pensar que sumado al eterno azul del agua en estado líquido, sólido o gaseoso y a los impresionantes paisajes, hacen del lugar algo mágico en todos los sentidos.

Las cosas en Calafate tienen su ritmo. Lo sabe el hielo, lo sabe todo el pueblo y deben saberlo los visitantes. Esta tierra lleva miles de años con muy poquitos cambios, apena inalterable y con esa calma y sosiego se hacen aquí las cosas.

Son muchas las cosas que se pueden hacer en Calafate, aunque hay dos cosas que, sí o sí, hay que hacer: la visitas al Perito Moreno por “las pasarelas” y la ruta en barco por los glaciares. Además, de ponerse como un gorrino comiendo cordero patagónico, la especialidad local.

Lo de los glaciares es impresionante, no hay palabras para describir tanta grandeza y sólo se me ocurre contarles que me quedé allí parado, en la pasarela del Perito Moreno, seis horas, contemplando desprenderse el hielo, escuchando el sonido atronador del glaciar y pensando en mis tontunas. El Hielo es el principal espectáculo de la zona y como toda estrella es caprichosa y se toma las cosas con calma. Sirva como ejemplo un caballero que a mi llegada al glaciar, a eso de las 14, llevaba desde las 8 de la mañana esperando para filmar (creo que hacia un documental) la caída de un gran bloque de hielo, unos 50 metros por 15. Yo no tenía especial interés en verlo caer porque constantemente se ven caer trozos pequeños y medianos del P. Moreno, pero las horas fueron pasando y a las 18:20 la mole más grande que un edificio de 6 plantas cayó delante de nosotros en recompensa por la espera. Nada que decir, simplemente de otro planeta.

El Perito es sin duda el más famoso de los glaciares de la zona, pero no el más grande. Su fama se debe, supongo, a lo mismo por lo que se hacen famosas algunas estrellas… Su accesibilidad (sí, la broma es tona, pero estoy escribiendo ahora en un avión y el oxígeno en cabina es poco)

Para conocer los otros glaciares hay que contratar una excursión en barco que dura todo el día. Esta es sin duda la otra gran joya de la zona. Navegar por un lago repleto de glaciares, admirar sus formas caprichosas o disfrutar con el impresionante azul de los témpanos es una experiencia mística…. Bueno, el misticismo lo estropean un poco las 200 personas que van contigo en el barco, pero para ilustrar la frase les colgaré alguna foto que de fe de lo dicho.

Ahora mismo vuelo a Buenos Aires donde termino el periplo argentino. El post se ha alargado, así que dejaré mis impresiones Bonaerenses para la semana que viene. Seguro que La Boca, San Remo, o Palermo se merecen un post para ellos solitos… quién soy yo para negárselo?

Patagonia-1

Como en estos viajes sale a la luz mi vocación de Lonely Planet aquí les dejo algunos datos interesantes de Calafate.

COSAS TONTAS Y NO TAN TONTAS.

  • El Calafate de debe su nombre al Calafate, una baya, tipo arándano, que crece por la zona y con la que hacen una mermelada muy suave y rica. No dejen de probarla.
  • Desde el aeropuerto a la ciudad los taxis cuestan (a fecha de hoy) 80 pesos (16€) muy caros si comparamos con un microbús muy cómodo y rápido que cuesta 26 pesos (5€) y 18 si guardan el billete para la vuelta. Además, te dejan en la puerta de los hoteles.
  • La entrada al parque son 75 pesos (15€) y hay que pagarla cada vez que se entra, un poco incomprensible la verdad.
  • Por el coste que tiene la recogida de residuos y la sostenibilidad del parque, está prohibido dar bolsas de plástico y el visitante ha de cargar con su propia basura hasta la ciudad. Ténganlo en cuenta a la hora de ir al parque.
  • Por mucho que el tiempo acompañe o luzca el sol hay que ir con un corta vientos, gorro, guantes y ropa de abrigo, sobre todo si se va por la tarde o si vais a hacer la excursión en barco. El viento glaciar es muy puñetero y ver cómo se te caen las orejas es muy desagradable.
  • Yo les aconsejo llevar prismáticos para disfrutar aún más de los glaciares, los cóndores o las vistas. No son para espiar a la vecina así que dejen al voaller en casa.
  • Otras actividades pueden ser las rutas a caballo, en todo terreno o Quad, la pesca, rutas en bicicleta o treking (hay uno de 2 ó 4 horas sobre el glaciar)

En fin señores, la cosa termina aquí. Por hoy no hay más así que me despido de todos ustedes.

Sean buenos y no dejen de viajar por este mundo tan hermoso.

A ser felices!!!

9 comentarios:

Vanesa dijo...

Ohhhhhhh! Estoy deseando ver todas tus fotos, hasta las movidas!.

Vanesa

Veinte dijo...

ji ji

que gusto oir tu voz despues de tantas semanas... qué has hecho estas vacaciones????

Cuando venis a verme Daniela y tú???

La semana que viene tengo sito.... y en Murcia la playa pide bañito!!!

Besotes!!!

Anónimo dijo...

oyeeeee, tu blog me boicoteaaa... no me deja subir comentarioooos!!! bueno, este es el ultimo intento que hago...

que digo que las plantas no me hacen caso, se han hecho dueñas de la casa y campan a sus anchas... se estan poniendo moradas a pizzas y no recogen nada de nada, no han puesto ni una lavadora y lo del lavavajillas no lo inventaron para que lo usaran plantas asi que los platos se estan amontonando en el fregador y empieza a tener ecosistema propio. En fin, que lo siento, he hecho lo que he podido con ellas pero me parece a mi que se hace necesaria tu mano dura para ponerlas firmes.
Ah! Yo me apunto a sesion fotos. Eso si, maximo 1000 que ya me pillaron en una de 2500 fotos, visita a Thailandia y creo que me habria llevado menos tiempo coger un avion y hacerme yo a pie todo el recorrido.
f.

Veinte dijo...

Fatu!!!!

que gusto oir tu vocecilla por estas tierras lejanas... me he acordado mucho de ti... me preguntaba quién habría ganado si mis plantas o tú.... y veo que han sido ellas!!!

Espero que hayas escondido el Ron, son muy dadas a pedir ron en lugar de agua... tu ni caso!!!

Cuando vaya nos montamos esa sesión de fotos... tú agarra ropa interior sexi que yo te hago 1000 fotos!!!!

ah!!! que no era eso???... vaya!! me perdí en la traducción!!!

Un besote enorme y mil gracias de parte de mis plantas y mio!!!

Muac!

Vanesa dijo...

sisiisisi estoy toda envidiosa, mi próximo viaje tiene que ser allí porque si comparamos mi Sevilla sevillana de Semana Santa con tu mundo azul puessssssssss, eso, queso.

Sobre la visita hablamos en cuanto te cace on-line.

Un besote!

Vanesa

Vanesa dijo...

sisiisisi estoy toda envidiosa, mi próximo viaje tiene que ser allí porque si comparamos mi Sevilla sevillana de Semana Santa con tu mundo azul puessssssssss, eso, queso.

Sobre la visita hablamos en cuanto te cace on-line.

Un besote!

Anónimo dijo...

Buaaa! y que lo digas. Tuve una discusión anteayer con Hierbabuena que no acabamos tirandonos de las hojas de puro milagro, intentaba convencerme de que tu le disuelves normalmente un taponcito de ron por cada 100 ml de agua, que lo haces para darle un toque especial a los mojitos. Y ahí que me ves a mi con cara de tonta dudando porque como es tan persuasiva la tiaaaa. Y además Aloe no hacia mas que pincharme mientras hablaba con Hierbi, con esa hoja tan larga y puntiaguda que tiene, y no me dejaba pensar... pero al final Menta, que sabes tu que aunque es bastante traviesa tiene un gran bulbo me echo una rama, me hizo señas de que no, que era puro rollo, que es que Hierbi tiene problemas de identidad y a veces se cree Amy Winehouse… Bueno, Hierbi se puso como una fiera, empezo a lanzarle hojas a Menti y casi tuve que separarlas. Un consejo, no las mezcles en tus próximos mojitos que Hierbi ha jurado que si le echa el guante la desclorofiliza para siempre.

De las fotos… el unico problema es que las prendas que tengo no son muy sexis… estoy esperando un pedido de USA, donde tienen hasta la talla 56, de tangas… si no te importa esperar una semana mas…

fatu

desubicada dijo...

¡Que envidia!

Quizás si le enseñas los azules a Jose se deja dopar y acude al "mago quita fobias" que conoce tu madre y logro llevármelo a la Patagonia el año que viene

Veinte dijo...

Hola Desubicada!!!

ni lo dudes, a josito le enseñaré todos los azules y a ver si hay suerte. Si el mago quita miedos de mi madre no ayuda está la opción de pegarle con un zapato en la cocorota, meterlo en un vuelo y que despierte allí... Te prometo que merece la pena cualquier chichon con tal de ver ese espectáculo.

OS quiero.