lunes, 19 de enero de 2009

A fuego lento

Hoy he desmontado y limpiado una de mis viejas cámaras.

Se trata de una ZEISS IKON que hace tiempo me regaló Magda. La máquina está mayor, el modelo Contessa 35 (como el postre pero con menos colesterol) es de 1953 con lo que tiene la friolera de 56 años. Pues bien, aunque un poco desengrasada la cámara funciona perfectamente después de tanto tiempo y claro, me ha dado por pensar y llevarme esta curiosa cualidad a otros planos.

¿Cómo es posible que antes las cosas durasen tanto y ahora tan poco? Cómo puede una cámara de fotos de hace 56 años seguir funcionando y una de hace dos estar muerta como un ladrillo por algún problema en el chip.

No quiero parecer el clásico viejales que anda añorando tiempos mejores en los que todo funcionaba y los jóvenes respetaban a los mayores (esto con la voz de uno d 83) . Primero porque no lo soy y luego porque sobra decir que ahora las cosas se hacen más deprisa y con menos mimo.

Es ahí donde quiero llegar, al cuidado que ponemos en hacer las cosas. Es comprensible sí, que con la vida que llevamos el tiempo sea un valor a tener en cuenta. Es comprensible también que no queramos malgastar los preciados minutos en tareas que no nos llenan nada. ¿Justifica eso la absoluta deshumanización y automatización de nuestras vidas?

Un ejemplo podría ser el tiempo que dedicamos a cocinar. Es engorroso sí pero también es placentero mezclar cola de murciélago con ojos de rana para darle un poco de gusto al cocido, o ver cómo un asado va dorándose poco a poco en el calorcito del horno. No obstante funcionamos con platos precocinados, pasta precocinada, lentejas en lata, pizzas por encargo, ensaladas precortadas y premezcladas, salsas embotelladas y un largo etcétera.

Tomemos ahora las relaciones humanas como ejemplo. ¿Están automatizadas? ¿Vamos acortando el tiempo de cocción de una relación, de amistad o cualquier otro tipo, para consumirla rápidamente y ahorrarnos todos esos engorros que son las charlas y los años hasta conocerse? Son preguntas cuya respuesta ya sé y al igual que la mayoría de nosotros tiendo a pensar que ese tipo de actitudes no van conmigo, que son cosa de otros.

Yo criaré a mis niños con calma y paciencia. Disfrutaré de tiempo libre a diario con ellos e iré construyendo su educación y nuestra relación con esmero y mimo, como antes se hacían las cámaras, para que dure siempre y funcione a las mil maravillas.

Estoy seguro de que eso lo pensamos tan a menudo con tantas cosas que si hiciésemos un profundo análisis de nuestras vidas nos sentiríamos un tanto avergonzados de nosotros mismos.

Ya son varios los días que llevo reivindicando disfrutar del paisaje, ir con pausa y no tener prisa en llegar. No podemos pedir milagros de un día para otro, pero estas cosas comienzan con un viaje en el que paras, sin pensar en el tiempo a disfrutar de un campo lleno de flores.

Es por eso que me gusta ir al Colegio, la casa de Jose y Desubicada, porque ellos saben hacer magia y que el tiempo corra más despacio, como debe de ser.


Continúan muriendo niños por la torpeza y la crueldad de los mayores y en occidente preferimos ir al cine que alzar nuestras voces… vergüenza siento de todos nosotros.

9 comentarios:

aguiwaka dijo...

Que sepas que no estoy de acuerdo... No puedo responderte como debería porque la fuente en la que me baso es un blog que no recuerdo.

Siempre, desde la antiguedad, los adultos se han quejado de la juventud (cualquier tiempo pasado fué mejor). Tu critica solo significa que empiezas a hacerte mayor, y que poco a poco, estás empezando a desconectarte de las nuevas generaciones que vienen con nuevos valores y nuevas formas de ver el mundo.

No es que mirén todo con frivolidad o rapidéz, o que sean consumistas rápidos... es que tienen objetivos distintos, valores diferentes...

Tu disfrutas con una comida lenta, unas charlas largas, una copa de vino en la mano... y ellos con una fiesta, un concierto y otra fiesta en una noche...

Ellos no se paran a apreciar el presente porque tienen todo futuro... tienen todo el tiempo por delante... tu te paras en todo momento a intentar agarrar el presente porque cada vez hay menos futuro.

Es la edad, Borja... nos hacemos viejos...

Veinte dijo...

Para nada nene!!! esto no tiene nada que ver con los años. Se da por supuesto que a cada edad le acompañan una serie de retos y maneras de vivir. No será porque nosotros no hayamos hecho el cafre y de fiesta en fiesta?.... no me refería a eso, sino a toda la sociedad en general y más particularmente a nosotros, que educamos a los críos (en general) a toda prisa, que vivimos el día a toda prisa, que viajamos mirando el tiempo a 150 km/h sin parar y para llegar antes....
Creo que has entendido por donde no es el texto. Mi crítica no era a la juventud... que por cierto guapo, no se tú, pero yo soy joven... sino que mi crítica era para el modo de vida actual. Correr correr correr

Ala, un besote en el cogote!!!

Alfonso dijo...

Pues quizá sea, más que por edad, por sensibilidad.
Conozco a personas que parecen tener prisa por vivir y a otras que no, y puede que vivan mejor éstas últimas. Pero también sé de gente de cierta edad, y con cierta edad me refiero a gente que peina canas, que viven con su copa de vino (y al lado la botella), que disfrutan del paisaje y viven como si les quedaran miles de años. Quizá sea más por la aptitud y la sensibilidad (la primera se puede mantener y la segunda se entrena y se gana), opino, pero quizá eso sea algo que nos depararán los años.
Por cierto Borja, ¿has visto el iniston? :p

Veinte dijo...

No habéis entendido nada!!!!

Una de dos, o yo no me sé explicar o vosotros dos no sabéis entenderme. Este post no va de la edad. No tiene absolutamente nada que ver con la edad. El mundo y la sociedad cambian y lo hacen para todos, para los niños de teta, para los adolescentes y para los viejos que peinan canas (bonita expresión, hacía tiempo que no la oía) Las cosas, en general, y en todas las edades se hacen cada vez más rápido y con menos ganas, pero es por lo que el capitalismo salvaje pide, no por la edad. Lo que reivindico es un una revisión de las cosas por parte de todos, niños, monjas, perros y marsupiales!!! todos los que formamos esta loca rueda que gira sin control y en la que a mí me marea vivir, la sociedad!

El inistone lo tengo por ahí, cuando te vea te lo lanzo al cogote por llamarme viejo!!!

Un besote a mis dos lectores y a ser felices!!!

PD: aquí echo de menos a mi Desubicada que generalmente da visiones tan claras de mis pensamientos...

Anónimo dijo...

Querido 20 me encanta que encuentres en tu camino rincones en los que perderte y los ubiques por estos lares.
Para ubicarse es imprescindible desubicarse con anterioridad hay demasiados personajes instalados que no necesitan de ninguna brújula para su viaje emocional; ese apasionante viaje en el que uno va arrastrando un equipaje singular en el que, a veces, no acabamos de saber qué parte es propia y qué parte heredada o aprehendida en esa primera etapa del recorrido vital. Pero el viaje deja de serlo en el momento que te quieres inmovilizar en ese, sin duda, hermoso lugar que es “nunca jamás”. Ahí te sobran las brújulas, te sirve cualquier equipaje y no necesitas desaprender para aportar tus propias herramientas al vehículo que te conduciría a esa, parece, tan manida y desprestigiada etapa adulta.
Claro que es imprescindible disfrutar del paisaje, del puchero y de la lumbre. Aunque no te muevas del sitio, ese es el viaje y la emocionante aventura. No tiene que ver con la edad pero sí con la madurez de saber encontrar las ilusiones y la magia del camino para cambiar el ritmo.
Eso, a algunos, nos hace continuar desubicados

Anónimo dijo...

Ja,ja,vaya sobredosis!!
La culpa es tuya 20 por insistir. LLevaba días tragandome respuestas a ese rechazo que tenéis algunos a crecer. Es decir a vivir

Veinte dijo...

Muchas Gracias por compartir esas cosas que tenías dentro Desubicada, pero ya podías compartir un estofado al Chocolate de los tuyos o un arrocito!!! no lo digo por nada sino porque me dais pal pelo!!! la frase Emocionalmente inestable os dice algo??? porque en cualquier momento agarro una escopeta y me pongo a matar gamusinos!!!

Aún ando dudando con el piso... soy una duda con patas.

un besote enorme para ti y tus polluelos

aguiwaka dijo...

Siempre que entro en tu Blog, me pregunto lo mismo sobre la foto que tienes puesta...

En esa carretera, ese camino hacia alguna parte... ¿Está amaneciendo o está atardeciendo? ¿Sale el sol o se esconde?

Veinte dijo...

Esa carretera es Egipto. Regresando de Dahab, un poblado Beduino cerca del cual hay un gran agujero en la barrera de coral al que llaman "Blue hole" y que llega a bajar unos 200 m. Es espectacular bucearlo y de regreso como siempre que buceo sentía una especial paz y un perfecto equilibrio en el alma. Yo me he llegado a preguntar si mis paisajes, la mayoría horizontales que se pierden a izda. y dcha. buscan ese equilibrio del que hablo. Esa neutralidad, paz y sosiego que me da el mar. No es alegría ni tristeza, tampoco es euforia, es una calma espiritual difícil de describir... esta foto del blog a mi me la da.

Besotes a todos. Da gusto cuando escribís y esto esta vivito. (lo digo por los que leen y no escriben)

PD: como curiosidad os diré que el "Blue Hole" es conocido tambien como el Cementerio de buceadores, ya que se ha llevado a unos 70 a 100 buceadores... eso es paz.