lunes, 26 de enero de 2009

Yo a ti te he visto antes

El otro día leía un libro de Elsa Punset que me regaló Deshubicada y en él la autora nos habla de cuatro tipos de personas, las Sanguíneas, las Melancólicas, las Flemáticas y las Coléricas. Obviamente con eso el libro no termina, sigue aún un rato, desarrollando el tema un poco más.

Lo interesante de todo esto no es tanto la clasificación que hace la autora de modelos de personas sino el que puedan existir modelos estandarizados de personas. A mi eso me interesa mucho y claro, me ha dado por buscar los modelos de personas que hay por ahí desperdigados.

Siempre nos vanagloriamos pensando que somos únicos e insustituibles, que no hay más que uno como nosotros y, como decía aquel madrileño: “conmigo, tiraron el molde”. Pero al margen de las particularidades que vamos generando con la vida y las experiencias me pregunto si será cierto lo que propone Elsa (nombre este de lanzadora de peso de la RDA)

Está claro que clasificar casi nunca es bueno y nada más lejos de mi intención ponerme a clasificar a algo tan dispar como los seres humanos. No obstante sí que existen cierto tipo de comportamientos generales ante la vida, ciertas pautas de funcionamiento que es a lo que se refería la autora. Es curioso cuando nos presentan a alguien de primeras y apenas hemos hablado 5 minutos con esa persona y ya sabemos de qué palo va. Quizás sean los gestos, la manera de entonar las frases o lo que dice, pero hay veces en que podríamos hacer un retrato de alguien con sólo 5 minutos.

Más curioso es cuando conectas con alguien en ese mismo periodo de tiempo. Hay algo que te gusta, que te atrae de esa persona y que le hace ser parecido a ti. Es porque se parece a ti?

Creo que sí se puede hacer un listado de los modelos básicos de ser humano, olvidándonos claro, de los extras con los que cada uno venimos equipado, pero centrándonos en lo genérico, en las diferentes y repetidas maneras con que cada uno nos enfrentamos a la vida.

No sé si atreverme a hacer mi propia enumeración porque a día de hoy el estado anímico no acompaña mucho. Había pensado en dejarlo aquí e invitarles a que mandasen ustedes sus modelos de personas. Es importante eso sí que no se dejen engañar por accesorios ni pegatinas vistosas que la vida nos haya ido poniendo, así como el color con el que tapizamos el corazón ni el santo que cuelga del retrovisor de nuestra memoria. El objetivo es centrarnos sólo en el chasis, en lo básico.

Siempre según Elsa Punset:

  • El Sanguíneo es inquieto, expresivo, sociable, se distrae con facilidad, adaptable, extrovertido y optimista ante la vida.
  • El Melancólico es de mirada profunda, es tímido e introvertido, amigo de conversar cuando se siente entre amigos, a veces son indecisos y se ofenden con facilidad. Suelen estar tristes sin razón aparente.
  • El Colérico es desafiante, pisa fuerte, muy seguro de sí mismo. Tiene capacidad de atención, rasgos de liderazgo y se enfrenta a los conflictos sin temor, pero puede llegar a ser explosivo y controlador.
  • El Flemático es tranquilo y leal, calmado y sin prisa. Le gusta la rutina y no le atraen los cambios. Una persona meticulosa que se toma su tiempo para hacer las cosas.

Sigo sin atreverme y es por eso que planteo la clasificación de Punset, pero animo a mis tres lectores… o a los tres que escriben al menos a plantearme su personal listado. Como seguro que son muy interesantes me comprometo a discutirlos en futuros posts.

Os animo a todos a que penséis en ello. ¿¿Realmente existen modelos básicos de comportamiento en lo que a la vida se refiere???.... ¿cuáles son esos modelos?

Nada más, ustedes sean felices y no se olviden de sonreír. Yo seguiré aquí paseando echando la vista atrás.

PD: Elsa Punset "brújula para navegantes emocionales" Ed. Aguilar.

3 comentarios:

aguiwaka dijo...

Como primer análisis, diria qe existen esencialmente dos tipos de personas:

1. Gilipoyas: se pasa toda la vida preguntandose por qué ha hecho una cosa u otra, si se equivocó, si no, si deberia haber hecho algo o no debería haberlo hecho... Da igual la pregunta, da igual el hecho, el resultado es siempre el mismo, se autoflagela (soy gilipoyas... soy...)
2. Amorales: se pasa toda la vida haciendo las cosas sin plantearse nada. Viven la felicidad de la pulsión sin recriminación. Solo són unos poco, pero haberlos, "ailos".

También es curiosa la clasificación de personalidad que se da mucho en Asia según tu grupo sanguineo. A mi me ha hehco siempre mucha gracia:

Grupo A: perfeccionista, puntual, tímida, intelectual, paciente, cabezota.
Grupo B: hace las cosas de forma práctica, gran capacidad de concentración, individualista, pensamientos por encima de los sentimientos
Grupo O: enérgica, social, extrovertida, líder, arrogante
Grupo AB: mezcla características de todos los demás grupos, persona “cool”

Y ya no quiero decir nada si empezamos a meternos en temas de Astrología... Aqui si q no me pienso meter mucho, y mira que podría (los estragos de haber tenido una suegra astrologa). Aries, Tauro... posición de cada planeta, conjunciones, oposiciones, las casas...

Pero vamos, casi que clasificar por las caractrísticas externas que expresan, prefiero clasificar por lo que me hacen sentir interiormente:

1. Amado/a: aquella persona con la que quiero estar a solas, desnudos y abrazados tumbados en una cama susurrandonos al oido.

2. Amigo/a: aquella persona con la que quiero estar (solo o acompañado de otros del mísmo tipo) tumbado de noche (o en una playa, o en una azotea) mirando las estrellas con una caña en la mano, hablando bajo, riendonos, recordando, planeando...

3. Família: aquellas personas con las que se comparten genes con las que quiero estar cuando quiero olvidarme del mundo... Mi "Santa Santorum", mu lugar de recuperación... donde me quieren sin juzgarme...

4. El resto: los demás.

Al final, la clasificación que más me gusta no se basa en atributos externos, no en atributos internos, ni en formas de ser, no en color de ojos ni tamaño de pechos...

Se basa en lo que me hacen sentir...

Veinte dijo...

Me ha gustado mucho Javi. Como casi siempre muy acertado... yo creo no obstante que por un lado está lo que la gente te hace sentir y por otro el tipo de persona que es cada uno, aunque me gusta tu modo de verlo: Da igual qué tipo de personas haya, la única clasificación posible es la que nos vincula a las personas.

un besote, acuérdate de que te quiero.

Alfonso dijo...

Yo no creo que existan modelos básicos de comportamiento. Soy más de pensar que todos llevamos el mismo chasis pero con contextos diferentes. Creo que es eso lo que nos define a todos y cada uno. Si existieran categorías entiendo que daría igual que hubieras vivido A-C-E-M que A-B-C-D, serías la misma persona y hasta donde yo sé, no es así. El hecho de que tu vida sea diferente a la mía hace que tu y yo seamos personas diferentes pero si ha habido “ciertos” hechos de calibre o impacto similar (cada uno en su vida) si puede ser que pasado un pequeño periodo de tiempo de asimilación sí seamos personas parecidas.
En cuanto a las categorías que proponéis no las acepto como tales, lo siento. Pero si me las tomo como “fases”. Creo que un día puedo estar melancólico (en mi caso más de uno) y otro día me como el mundo con piel y todo, lo mismo que un día me levanto gilipollas perdido y la lio parda. Cosa que procuro no hacer, tengo que apuntar. Pero hablando en serio, creo que todos somos capaces de lo mejor y de lo peor, pero si estás acostumbrado a lo mejor, sueles brillar más. Es como el atleta. Todos podemos batir nuestro record en la piscina pero Phelps batió los suyos y con entrenamiento batió los de todos. ¿Y es por eso un “Sanguíneo” o un “Colérico”? No lo creo.
Como Veinte, prefiero no hacer clasificaciones ni poner etiquetas, no porque moralmente sea casi un descalabro, si no porque estar preparado para lo que puede hacer una persona es un crimen. Será difícil que te sorprendan en muchos aspectos (si de verdad aciertas con la etiqueta) y sin embargo qué bonito es descubrir cada día al vecino, al amigo o a la persona que amas. Descubrir cada día a cada persona hace que cada día valga la pena levantarse, supongo que es como mantener un poco la llama del niño interior, esas ganas de conocer y descubrir.
Será porque me he hecho viejo demasiado deprisa.
Fdo. Un currante :p