domingo, 3 de enero de 2010

Ojos verdes

--- 1 de Enero de 2010 ---

Le dolía todo el cuerpo. Había pasado la noche bebiendo alcohol, bailando y riendo con los amigos. Era la primera noche del nuevo año y como es tradición entre tantos y tantos jóvenes, nuestro protagonista salió de marcha en busca de una buena cogorza, una moña, un pedo, un pedal.

El Sol se colaba por las rendijas de la persiana y un molesto rayo le incordiaba en la cara. Apenas dos horas antes había dejado escapar a la mujer de sus sueños. Se cruzó con ella en el los aseos y cuando estaba a punto de articular una frase ingeniosa, vomitó sobre su vestido de fiesta.

No es que “creyese” que ella podría haber sido la mujer de su vida. Sabía a ciencia cierta que la chica del vestido azul era su media naranja, y por eso estaba destrozado. Tenía el corazón roto por una mujer a la que sólo había visto un pequeño espacio de tiempo, en un local atestado de gente, humo, música y alcohol, pero daba igual, era “ella”, la que llevaba 31 años esperando. La que habría de convertirse en la madre de sus hijos.

Se fijó ella mucho antes de encontrarla en el baño. Había ido a la barra a pedir un Ron con Cola en el momento exacto en que ella se daba la vuelta tras pedir su consumición… un GinTonic, creo. Casi se chocan. De no tener buenos reflejos y frenar a tiempo habría derramado su GinTonic sobre uno de los dos.

El “Casi Accidente” les hizo mirarse y sonreír, no hubo nada más, sólo eso bastó para ver a la chica más hermosa de todo el planeta, con aquellos enormes ojos verdes y enamorarse hasta las cejas.

El resto de la noche no hizo más que fijarse en ella y buscar el momento y el valor para acercarse y decirle algo. No habría esperado hasta el final de la noche, pero estaba con un grupo de amigas y no la dejaban sola ni un segundo. Además, varios chicos se acercaron a hablar con ellas y todos parecían haber tenido muy poco éxito. Quería evitarse a las amigas graciosas que le zancadilleasen, o que le hicieran imposible decirle a Gema que estaban hechos el uno para el otro.

Gema era sin duda la mujer de su vida. Desde su “Casi Choque” no podía parar de mirarla. Bebía y bebía una copa tras otra mientras buscaba el momento en que se quedase a solas. Hubo un “casi intento” de decirle que la amaba, estuvo muy cerca cuando tres amigas se fueron a pedir y Gloria se quedó a solas. Ya estaba a un metro y medio de ella cuando apareció de la nada otra chica y la llamó a gritos por su nombre. Gloria, que es como la llamaron, se fue corriendo al encuentro de su amiga y ni se dio cuenta de que su futuro estaba tan cerca.

Cómo pudo beber tanto mientras esperaba una oportunidad? Por qué no se atrevió a decirle algo antes?? Por qué esperó al final de la noche, cuando ella se fue al baño??

Parecía un gran plan. Los aseos de mujeres siempre tienen una interminable fila de chicas esperando, y los de chicos parecían más bien libres. Ella estaba sola en el pasillo que da a los baños esperando su turno, con su vestido azul, los hombros al descubierto y su perfecto rostro esperando una declaración de amor.

Lo que ocurrió a partir de ahí no debió de pasar nunca. Vomitar sobre la mujer de tus sueños no es la mejor manera de conquistarla. Ella gritó, lógicamente, la gente alucinaba, alguna chica se reía a carcajadas, con lo que Gloria arrancó a llorar y salió de allí corriendo.

El Sol se colaba por las rendijas de la persiana y el pequeño rayo que le incordiaba en la cara había descendido ya a su cuello. Apenas dos horas antes había dejado escapar a la mujer de sus sueños. Se cruzó con ella en el los aseos y cuando estaba a punto pasar con ella el resto de sus días, cometió el mayor error de su vida.

Se juró a si mismo buscarla por todo Madrid, por cada calle y cada esquina del mundo para hacer realidad lo que el destino les tenía deparado, amarse para toda la vida.

--- 1 de Enero de 2010 ---

Gloria despertó muy tranquila. El sol entraba por la ventana y se filtraba por las cortinas de la habitación, era agradable amanecer así.

La noche había sido agitada y desagradable. Tantos tíos intentando ligar con ellas en la disco, sin dejarlas en paz. Y luego el gilipollas borracho del baño, que sin mediar palabra le vomitó encima. Casi mejor no recordarlo, le daba mucho asco cada vez que lo pensaba.

Era uno de enero, comenzaba el año y no estaba dispuesta a dejar que una mala noche y un par de idiotas le amargasen el mejor momento de su vida. Disfrutaba de una casa preciosa en La Latina, un buen trabajo y era tremendamente feliz con Ana. La vida nunca había sido tan maravillosa. Ana dormía a su lado, desnuda. Tenía la tentación de despertarla, pero era tan bella así, como estaba, que se mordió los labios y simplemente la miró durante unos perfectos minutos.

Un coche pitó a un motorista en la calle y Ana se sobresaltó. Abrió un poco los ojos y vio a Gloria, con sus perfectos ojos verdes, que la miraba y sonreía.

- Buenos días mi amor.

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Les deseo a todos muy feliz año 2010. A Gloria y a Sonia, un feliz cumpleaños.

1 comentario:

aguiwaka dijo...

Lamento decirlo pero el post de esta semana no me ha convencido nada en absoluto. ¿Por qué? Es predecible y de un romanticismo adolescente, y carece de esencia "Borgiana".

¿Cuál es la esencia "Borgiana"? Es la acidez, la ironía, la improvisación, la agilidad, la frescura, la sátira...

La historia: chico y chica se encuentran. Un desarrollo excesivamente largo para resumir que El chico "considera" que es el amor de su vida perdido... y la conclusión lógica, que no lo és. Pero lo que poddía haber sido un giro lógico e interesante hace 20 años con el tema de la homosexualidad aquí no no es... Es un tema común, diarío, cotidiano. No sorprende...

Lo siento peeerooo... ¿Qué teh a pasado???

Un final diferente, más irónico, más doloroso, más ácido, mas imposible, mas cabrón... Esa es la esencia "Borgiana", un final quizás lógico pero doloroso...

Quizás hubiera bastado con decir que ella era la mujer de la vida de él y haber terminado diciendo que años despues Gloria dejó, a pesar de las perversiones de nuestro protagonista, unas flores en su tumba, porque ella, a pesar de no quererle como él quería que ella le quisiera le adoraba, aunque SU PADRE la hubiese confundido con SU MADRE en todo el tiempo que vivió con Alzheimer.