La cárcel del chándal.

Hola a todos moluscos y sirenas del fondo del mar.

Disculpen que no me levante, estoy enfrascado en el post de esta semana y ya llego tarde. Ayer debía de haberlo publicado, pero me pareció mucho más apetecible irme a montar en bicicleta con Amparo y Cristina, beber cerveza y vino en alegre compañía, un picnic y tomar el sol en la azotea... la dura vida Murciana, qué les voy a contar!!!

Sí amigos, esta semana he decidido contar cosas más comprensibles que la pasada, sobre todo, viendo el éxito que el último post tuvo.

Es curioso, pero cuando escribo diciendo que somos todos unos perdedores el teléfono no para de sonar, los ramos y regalos de felicitación no hacen más que llegar, y el blog registra un record histórico de 102 visitas. Sin embargo, cuando les dedico un cuento un poquito diferente van ustedes y no dicen ni "mu", nadie llama a mi puerta, no hay Gruppies que se cuelan desnudas en mi dormitorio y todos optan por un incómodo silencio y el típico susurro… "se habrá vuelto loco?"

Les contaré para agrandar sus mentes, que esta semana retomo la senda de la cordura (si es que eso es posible) y les voy a hablar de una prenda que me obsesiona, el chándal.

Siempre recordaré el día en que comenzó mi odio visceral hacia el Chándal. Fue cuando mis tíos me regalaron, a los 12 años un chándal de la marca LOEWE.

Sí señores, así a primera vista puede parecer que un niño de 12 años con un chándal LOEWE es la caña de España, pero para los compañeros del colegio si no es NIKE no es un chándal, y si la prenda está realizada en singular armonía de tonos siena, un crio de 12 años lo que verá es que tu chándal, además de un nombre raro, es color MIERDA!!!

Durante unas semanas de curso fui "el niño con el chándal de MIERDA!!!"

Sufrí abusos verbales por parte del resto de compañeros, vejaciones múltiples y todo tipo de "cosas de críos" .....
vamos, que me pegaban hasta las niñas de primaria.

Cuando llegaba a casa le decía a mi madre que no quería ponerme nunca más esa horrible prenda y ella, muy pija por aquel entonces, no estaba dispuesta a dejar un chándal LOEWE en un cajón, con lo que me obligaba a ir con la puta prenda día tras día.

Yo intentaba explicarles a los niños del patio, que mi chándal, no era color MIERDA, sino Siena. También trataba de aclararles que LOEWE es una gran marca de la moda, de alta costura, y que por lo tanto, mi chándal era algo que debían envidiar.

El problema siempre estuvo en que, mientras me pegaban, era muy difícil hacerse escuchar.... no sé, pero dudo mucho que alguno de esos niños me pegase por envidia.... para mí que era porque con el chándal puesto parecía una enorme MIERDA.

No tardé en fingir un incendio y prender fuego a la cruel prenda. Mi vida mejoró mucho desde entonces y los compañeros del patio dejaron de pegarme a causa de mi chándal. Todo volvió más o menos a la normalidad a excepción de que, a partir de entonces, desarrollé una aversión hacia cualquier chándal.

Hoy por hoy no tengo ningún chándal en el armario, y siempre que he hecho deporte en mi vida lo he practicado en pantalón corto, con ropa de montaña o con mallas, cualquier cosa menos un chándal.

No puede haber ropa más fea y antiestética que esa. Es ver a alguien con chándal y me entra mala ostia, además de unos deseos terribles de partirle la cara. Soy como el perro de Paulov pero con el chándal, cuando veo uno, ladro.

Sin embargo, vivimos en una sociedad obsesionada por el deporte, la dieta equilibrada y la vida sana. Todo el mundo ha de comer 5 piezas de fruta al día, andar 40 minutos al día, subir escaleras en lugar de coger el ascensor, comer cosas con poca grasa, "mi filete a la plancha y sin aceite", ir al gimnasio, montar en bici, jugar al Pádel, ir a nadar, jugar al futbol, practicar Yoga....

    … y casi siempre en chándal!!!

Odio ser yo quien lo diga, pero.... y las cervecitas los domingos?... y la paella para 12?, la barbacoa?, las tostadas con mantequilla, el pollo asado, la fabada, dormir la siesta, ver una peli, jugar a las cartas, pasar de la fruta... vivir la vida!!!

Acaso no podemos llegar a un sano equilibrio entre lo que le conviene a nuestro cuerpo y lo que nos conviene a nosotros???… por qué no podemos llegar a un acuerdo con nuestro cuerpo en el que la semana queda repartida en mitades??? tres días me cuido mucho y tres días disfruto sin cuidarme...... y el séptimo???..... pues a descansar como Dios!!!

Hoy ando un poco frustrado debido a mis recuerdos de la infancia. Ha sido visualizar el chándal color mierda y ponerme de mala leche. No obstante intentaré ser comedido cuando les digo que:

el chándal les queda a todos ustedes fatal!!"

Quémenlo, guárdenlo o escóndalo. Dénselo a un yonki o a un Rapero (los únicos que llevan con dignidad la maldita prenda) Hagan trapos con ellos. Salgan al jardín ahora mismo y hagan una bonita hoguera con sus Chándales... y si pasa el vecino o un amigo que no se lo quiere quitar, pues lo queman a él también!!!

Ojalá me hicieran caso, ojalá el mundo no tuviese que lidiar con lacras como, la guerra, el hambre, las enfermedades y... (lo adivinan??)

    los niños crueles.

Sean buenos y ni se les vaya a ocurrir hacerme caso, a saber qué medicación me ha sentado mal hoy!!!!

Les dejo un par de las joyitas de A. Montt, todo un filósofo.

 

No hay más que rascar, sonrían y recuerden que la mejor profesión es ser un soñador.

A ser felices!!!