domingo, 11 de octubre de 2009

Batallitas de abuelo.

Voz en off

"En 1999, dos de los mejores hombres de la facultad de Bellas Artes que formaban un comando, fueron licenciados con unas notas que ellos no habían merecido. No tardaron en matricularse en el Doctorado y hoy sobreviven como cucarachas del sistema. Si usted tiene algún proyecto, tal vez pueda contratarlos. Sus nombres...
el freak y su amigo el loco!!!"

y ahora, la musiquita...

...

Han pasado diez años desde entonces y si uno echa la vista atrás y evalúa las metas alcanzadas, los amigos perdidos, los cambios que ha sufrido... cuesta reconocerse.

Prometimos hablar de mis años de universidad y, como todo lo prometido es una deuda de sangre, eh aquí el relato de cinco años maravillosos en la Facultad de Bellas Artes de Madrid.

A la carrera de Bellas Artes en Madrid, se accede a través de una nota muy baja en selectividad y un posterior examen de ingreso. En Murcia no funciona así ya que no hay examen de ingreso y creo que la nota de corte es muy alta, pero en Madrid el examen de ingreso era, y es, la clave.

Mi primer ingreso lo suspendí estrepitosamente. Venía de un nuevo bachillerato en fase experimental que luego, con muchas modificaciones, pasaría a ser el actual Bachillerato de Artes. Es por eso que, siendo el que mejor dibujaba de la clase y habiendo hecho dibujo artístico durante dos años.... un genio como yo no necesitaba prepararse el famoso examen. En Bellas Artes debían de estar deseosos de que entrase.

Suspendí.

El segundo año tuve que matricularme en la academia de dibujo más famosa de Madrid, Peña, donde mejor preparan el examen de ingreso y dicen las malas lenguas, se pasa una listado con nombres al tribunal de Bellas Artes. En Peña conocí a Javi, que había entrado mi año de suspenso y con el que pasaría el resto de la carrera arreglando el mundo y poniendo a prueba la moda rebelde.

De mi nostálgico relato sobre la carrera lo que más recuerdo son los amigos que hice para toda la vida. Por los pasillos de la Facultad danzaba de un lado a otro con Javi y con Sonia, haciendo apuestas sobre quién sería el primero en tener hijos y casarse (que Sonia perdió)  pero también salí de allí con otros amigos que aún hoy me aguantan. Penélope, que me dio una ahijada preciosa y difícil de domar. Alicia, una segunda madre que nunca viene mal para cuando falle la titular. Ana, compañera de profesión que va y viene como el Guadiana. Dani, con quien siempre coincidía a las 7:30 en la puerta de la cafetería o el centro cuando aún no los habían ni abierto (Nuestros padres, que madrugaban mucho para no pillar ni un coche) Paula, que fue mi amor universitario y que hoy es amiga y fotógrafa a la que admiro.

Salir con tan buenos y verdaderos amigos es algo maravilloso, pero también los hubo que brillaron y se fueron durante aquellos años. Natalia, Ricardo, Carolina, Joaquín o Peru, son sólo algunos de los que hoy recuerdo. Habrá más, y que no me vengan a la memoria no significa que no ayudasen a formarme y ser lo que soy... un maniaco homicida.

Durante aquellos años de universidad la moda y yo no estábamos muy de acuerdo. A los 20 la rebeldía es parte del proceso evolutivo y en una facultad en la que, cada día es carnaval, si no perteneces a alguna tribu, grupúsculo o movimiento musical, no eres normal. En otras palabras... camisa y pantalón en Bellas Artes es ser un bicho raro.

Yo ya venía un poco maltrecho de mi paso por la Escuela de Artes y Oficios Nº 1, que estaba situada en el madrileño barrio de Malasaña (La Palma 46) Un barrio que, en el 93, no era precisamente lo que es ahora. Para llegar a clase todas las mañanas uno tenía que sortear a Martín, un yonqui que malvivía en la puerta de la escuela y que nos deleitaba fumando heroína o, si el día era especial, algún que otro pinchacito.

En La Palma, descubrí lo que era ser un rebelde incomprendido y decidí, que el mundo y yo teníamos que estar enfadados. Mi pelo comenzó a crecer, mi ropa a oscurecerse y parches de los Maiden, Helloween y Manowar fueron decorando mi ropa... era todo un rebelde.

Así entré en Bellas Artes y, si lo pienso bien, igual tenían que haberme dejado fuera un poquito más....

En fin, en la facultad el pelo me creció más y mis andares se fueron haciendo cada vez más y más cansinos.... con la cabeza echada para adelante dejando que la melena cubriese la cara. Era algo que quedaba muy bien con los pantalones pitillo y alguna muñequera de cuero negro y tachuelas que le robé al bóxer del vecino. Para rematar el alegre conjunto las camisetas negras debían ir siempre sin mangas.

La fotografía, siempre lo digo, está para sustituir a nuestra imperfecta memoria o para ser eliminada si es que queremos olvidar un hecho. De mi época de facultad no hay muchas fotos, porque la justicia mandó destruirlas ante el gran atentado contra el buen gusto que suponían. No obstante, y como hoy vamos de nostálgicos, un poco más abajo cuelgo dos de las fotos que aún perduran. Si estas les parecen duras, deberían ver las que voy sin mangas y con muñequeras.... uy! (un escalofrío)

yo03 quetiempos

Continuando con las batallitas de abuela recuerdo que en aquellos años comenzó también mi empeño en arreglar el sistema, quizás en un intento por solucionar los problemas del mundo antes de que el mundo tuviese que solucionar los míos. Muy prontito me apunté a las elecciones de delegación de alumnos y durante cuatro años estuve representando al alumnado de BBAA en Junta de Centro, lo que me sirvió para tener un despacho donde tocarles el culo a las chatis y conquistas varias (alguna no sabría si era chati u otra cosa) así como para ir haciéndome colega de los profesores y darme cuenta de lo bien que vivían.

No sólo de sus magníficas fiestas de carnaval, de los días enteros en la cafetería jugando al mus o de perseguir a las chatis viven los alumnos de Madrid. También, algún día que otro, asisten a alguna de las magníficas clases que imparten sus profesores, muchos de los cuales son un poco muy culpables de quien soy ahora y mi manera de entender la enseñanza. Nombrar a los que me marcaron es para mí una obligación: Pedro Saura, Luis Castelo, Valentín Sama, Cristina Gª, Antonio Bueno, Juan Millares, Joaquín Peréa, Jaime Munarriz, Matilde Muzquizz, Cuerda, Pereda, Mercedes Replinger, M.A. Junco, M. Massip, Víctor Chacón y algunos más del que me encantaría acordarme.

Ya cuando entré en la facultad tenía la idea de ser docente, pero después de aquellos años tan especiales y ver lo bien que vivían mis profes, tomé la firme determinación de no envejecer nunca de espíritu, y quedarme a vivir por siempre en el país de Nunca Jamás.

En quinto curso, con la Beca de colaboración me corté el pelo y sin la melena al viento ya no tenían ningún sentido las camisetas, los parches, las muñequeras de pinchos ni los pantalones pitillo. Los años de estudiante quedaron atrás, pero los amigos y experiencias quedan para siempre. Mientras escribo estas líneas dos de aquellos amigos duermen en mi casa y cuando cumplamos 80 aún estarán dándome guerra.

Aquí les dejo, pero no sin antes recordarles que sonrían mucho y expriman la vida al máximo, tiene muchas vitaminas.

Sean buenos y a mancharse las manitas de azul!!!

5 comentarios:

aguiwaka dijo...

Si me llegan a decir en "Peña" q el "mini Rosendo" iba a ser con el tiempo doctor en Bellas Artes, amigo y refugio habría dicho a quién me lo dijera que estaba mal d la cabeza.

Muchas cervezas, muchos mas buenos ratos y muchas lagrimas han llenado nuestro cauce y aún no se donde va a parar este rio.

Llueven agujas sobre este ovillo de lana y algunas enebras antes d q se despunten en mi, amigo.

Veinte dijo...

Ay tio!!!!...

que me he puesto nostálgico y he logrado que sueltes alguna lagrimita.....

A mandar nene, mi casita y yo, para lo que quieras cuando quieras!!!

Como decía Rigodón!... "si me necesitas, silba!"

Anónimo dijo...

He conseguido leerme todo el escrito, porque me interesa saber más de esos diez últimos años, de aquel niño rubio que yo fotografiaba montado en bicicleta perfectamente trajeado.

Con todo mi cariño.
Jose

desubicada dijo...

¡Que sorpresa! Nunca hubiera pensado que eras igual que Marieta!

Veinte dijo...

argggg!!!!

eso de Marieta ha ido a hacer daño!!!!

malditos genes!!!!!!