domingo, 25 de octubre de 2009

El ganador

Ser un perdedor o una perdedora no es algo agradable. Uno identifica a los perdedores como pequeños y patéticos personajes que no supieron hacerse con sus vidas, que dejaron que el miedo les dominase o no lucharon lo suficiente por lo que amaban.

Yo creo que perdedores somos todos, desde el primero al último de nosotros. Nos pasamos la vida perdiendo, perdiendo cosas valiosas.

Comenzamos perdiendo la inocencia, como ya he comentado a muy temprana edad. Perdemos la creencia y la fantasía también muy pronto, cuando nos dicen que los reyes no existen, que el ratón Pérez es ficción o que Papá Noel está en un clínica de desintoxicación para superar su alcoholismo y no darle así, palizas a Mama Noel.

De pequeño estaba convencido de que podía volar. Creía, que si no era capaz de volar era porque no lo intentaba con las suficientes ganas. Un día que había saltado desde el tercer escalón y me había hecho daño mi padre me regañó por imbécil, y me dijo que volar, sólo vuelan los pájaros. Aquel día fui también un perdedor, porque perdí el poder que tenía de volar.

Más mayores perdemos el miedo a fumar, al vino y al alcohol que teníamos de pequeñitos. Perdemos algún diente en el patio del colegio, fruto de nuestra primera pelea de pandilleros, y perdemos, cómo no, el odio por las chicas. Cuesta recordar cuando niños y niñas eran enemigos irreconciliables. Ellas, tontas mocosas que jugaban con combas, gomas y muñecas no nos interesaban. Nosotros, los chicos, éramos seres brutos e incomprensibles para ellas, unos idiotas o como se decía entonces… maricojonetagiliputarianos

Pero eso también lo perdimos. Como buenos perdedores extraviamos el odio a las niñas, para más tarde perder también nuestra virginidad y en un tiempo similar, el respeto que le teníamos a la figura de nuestros padres, siempre perfectos y sabios antes de los 14 y “unos auténticos carrozas que no tenían ni idea”, durante esa maravillosa Edad del Pavo.

Perdedor es el sujeto que algo pierde. Si pierdes muchas cosas eres un Gran Perdedor. Por lo tanto me confieso ser un Gran Perdedor. Perdí la virginidad, la niñez, la adolescencia y no sé dónde dejé la Edad del Pavo. Perdí las llaves que busqué por todas partes; a mi primer, segundo, tercer y cuarto amor, a muchas novias y a muchos, muchos amigos. Perdí a gente que tenía nuevecita, a algunos que tenía desgastados, a un padre que me dieron desde que nací y a tres de los cuatro abuelos. Perdí, como todo buen perdedor, el respeto por algunas personas, la ilusión por muchas cosas y un puñado de romanticismo que se deslizó por los bolsillos.

Busqué las laves que perdí, pero en el proceso perdí también la vista con la que tan claras veía las cosas. Tanto es así que acabé buscando las llaves en el fondo el mar… fíjate tú!, en el fondo del mar!!! .... Qué harán ahí unas llaves???

No es lo único que perdí, porque sé que perderé más cosas en los próximos años…

Sin duda perderé el norte y la razón. Perderé la consciencia más de una noche y el decoro otras tantas. El control sobre mi vejiga, puede que la memoria, algún que otro órgano que no sirva y el camino por el que transito.

Perderé, como llevo perdiendo toda la vida, amigos, amores e ilusiones, porque soy una persona que pierde, que extravía, un perdedor, como cualquier otro.

Y encontraré!

Porque lo mismo que pierdo, siempre encuentro.

Porque encontré el gustito por las chicas, encontré el sexo, el alcohol y la droga. Encontré la salida de la Edad del Pavo, el gusto por mis mayores, a unos padres diferentes y mucho más interesantes que cuando era niño.

Encontré a mi primer amor, al segundo, al tercero y al cuarto… y eso, es encontrar mucho amor!

Encontré novias, amigos nuevos que llenaron el hueco de los extraviados y reencontré algunos viejos, que resultaron no estar perdidos. Experiencias que me enseñaron, lecciones que aprendí, todo eso lo encontré.

Encontré la experiencia del cáncer, la serenidad del ser ausente y a una madre que creía perdida. Encontré dos hermanos que desconocía, el amor por la fotografía, el oficio de mi vida y una ciudad que me acogió.

Porque busqué las llaves perdidas me di de bruces con el mar y ya nunca quise salir de su maternal seno. Encontré nuevas ilusiones cuando perdí otras, veredas inexploradas cuando perdí el camino… y las ganas, qué ganas, de explorar!!!

Y en cuanto a la vista que perdí, no se preocupen, encontré un buen oculista.

Me he pasado la vida perdiendo y hallando. Soy, a partes iguales un perdedor y triunfador, como cualquier otro.

Sean buenos y vayan al encuentro de una sonrisa.

domingo, 18 de octubre de 2009

Precaución, Aludes.

Siete son los días que han pasado desde nuestro último encuentro, como siete son los pecados capitales. Siete son mundiales de Michael Schumajjjjjer y siete los enanitos que maltrataban a Blanca Nieves.

Como cada siete días regresamos con algo de mala ostia, un pellizco de cinismo y ganas de sacar la lengua a pasear.

Hoy cumple años nuestra querida E. Montes. Ya son 35 castañas, pero ahí anda, tan lozana y salada como siempre. Sus pechos aún son firmes y la gravedad la respeta con insultante favoritismo. Feliz cumpleaños y que los próximos 30 podamos pasarlos juntos.

Mañana también cumple años otro pedazo de personaje que es, mi padre fotográfico, y el hombre al secretamente envidio. José cumple unos cuantos más que la otra pingüina, pero aunque peine canas cada mañana, es la prueba palpable de que se puede vivir siempre en "Nunca jamás". Ya quisieran muchos gastar las baterías que gasta su espíritu. Para mí, que de joven fumó muchos cigarritos de la felicidad y aún vive de la marcha que le daban... o eso o tener cerca a Desubicada y Raúl es la receta de la eterna juventud!!!

Otro beso enorme y mis felicitaciones!!! en cuanto vea una camisa que todo el mundo considere horrorosa te la compro!!!

Hechas las pertinentes felicitaciones y los saludos generales a los 73 lectores (hemos batido un record!!!) comenzamos hoy por comentarles algo que me preocupa... se acerca la navidad!!!!

Así es, ayer mismo, comprando ropa interior de cuero con tachuelas, en una tienda de escasa reputación, observé horrorizado que han comenzado a vender OBJETOS NAVIDEÑOS!!!!

Tal descubrimiento me heló la sangre y me cortó todo el rollo. El pensar que a estas alturas van a comenzar a bombardearnos con el merchandising navideño me quitó todas las ganas de experimentar.... ya no me apetecía saber cómo me quedaba la lencería de cuero con tachuelas, y me fui cabizbajo.

Apriétense los cinturones porque en los próximos días cada vez que vayan al supermercado habrán de lidiar con pasillos y pasillos llenos de juguetes. Más y más estanterías con Papá Noeles, nomos, elfos, renos y angelotes portando trompetas, muérdago, lazos de colores y enormes corazones felices...

Prepárense para el Panetonne, los roscones en noviembre, los langostinos a mitad de precio, las largas colas en la pescadería. A quién carajo se le ocurre comprar ya, la cena de dentro de dos meses!!!!!

A todos nos gusta la navidad en cierto modo, a unos por las fiestas, a otros por las vacaciones y a los que más, porque así nos apartamos del jefe una temporadita. Pero esto es excesivo. A este paso nos van a vender las vacaciones de julio los puñeteros reyes magos. Ya estoy viendo a Melchor, Gaspar y Baltasar promocionando un crucero por el Nilo, o a el reno Rudolff esquiando en Suiza durante las vacaciones de Semana Santa.

Señores publicistas y directores de Márquetin, tengan un poco de decoro y entiendan que no podemos ir adelantando cada año la campaña de navidad. Yo les entiendo, entiendo que estamos en crisis y que cuanto antes empiece la campaña antes recogerán beneficios. También entiendo que con la campaña en marcha muy pronto, los más remolones podrán planificar el gasto y por lo tanto comprarán un poco más. Ustedes han de entender, que iluminar las calles de Madrid, en Agosto con 37 grados, no termina de ser lo más normal!!!

Desde aquí propongo que este año le hagamos boicot a las navidades y al consumo desenfrenado. Quiero anunciar a bombo y platillo que este año no haré ningún gasto y no compraré regalos para ninguno de ustedes!!!... es por un bien común, hay que hacer algo.

Les propongo que sigan mi ejemplo y no me compren ningún regalo navideño. Si ya lo tienen comprado guárdenlo para otro año o dénselo a la caridad.

Propongo también que me den soluciones al problema del consumo navideño. Díganme qué podemos hacer para no comprar navidad hasta el 22 de Diciembre, ¿cómo podemos evitar la tentación?..... ¿no se ven acaso un poco aplastados por esto de la navidad?... yo, personalmente me siento como el excursionista que pasea por la tranquilidad de la montaña y ve caer ladera abajo un tremendo alud de productos de consumo. La navidad viene rodando ladera abajo y amenaza con aplastarnos. Hay pocos sitios en donde esconderse, pero me niego a pensar que no podamos evitarlo.

Lo dejo aquí que me van a cerrar el Corte Inglés!!!

Aprovecho para colgar un chiste del gran A. Montt.

Que gran don, hacer reír a la gente!!!. Eso sí que son súper poderes y no los de Superman!!!

no-te-pongas-asi

Un saludo, un abrazo y acuérdense de sonreír a la gente, siempre habrá uno al que le hará ilusión.

Ala, a ser felices!!!!

domingo, 11 de octubre de 2009

Batallitas de abuelo.

Voz en off

"En 1999, dos de los mejores hombres de la facultad de Bellas Artes que formaban un comando, fueron licenciados con unas notas que ellos no habían merecido. No tardaron en matricularse en el Doctorado y hoy sobreviven como cucarachas del sistema. Si usted tiene algún proyecto, tal vez pueda contratarlos. Sus nombres...
el freak y su amigo el loco!!!"

y ahora, la musiquita...

...

Han pasado diez años desde entonces y si uno echa la vista atrás y evalúa las metas alcanzadas, los amigos perdidos, los cambios que ha sufrido... cuesta reconocerse.

Prometimos hablar de mis años de universidad y, como todo lo prometido es una deuda de sangre, eh aquí el relato de cinco años maravillosos en la Facultad de Bellas Artes de Madrid.

A la carrera de Bellas Artes en Madrid, se accede a través de una nota muy baja en selectividad y un posterior examen de ingreso. En Murcia no funciona así ya que no hay examen de ingreso y creo que la nota de corte es muy alta, pero en Madrid el examen de ingreso era, y es, la clave.

Mi primer ingreso lo suspendí estrepitosamente. Venía de un nuevo bachillerato en fase experimental que luego, con muchas modificaciones, pasaría a ser el actual Bachillerato de Artes. Es por eso que, siendo el que mejor dibujaba de la clase y habiendo hecho dibujo artístico durante dos años.... un genio como yo no necesitaba prepararse el famoso examen. En Bellas Artes debían de estar deseosos de que entrase.

Suspendí.

El segundo año tuve que matricularme en la academia de dibujo más famosa de Madrid, Peña, donde mejor preparan el examen de ingreso y dicen las malas lenguas, se pasa una listado con nombres al tribunal de Bellas Artes. En Peña conocí a Javi, que había entrado mi año de suspenso y con el que pasaría el resto de la carrera arreglando el mundo y poniendo a prueba la moda rebelde.

De mi nostálgico relato sobre la carrera lo que más recuerdo son los amigos que hice para toda la vida. Por los pasillos de la Facultad danzaba de un lado a otro con Javi y con Sonia, haciendo apuestas sobre quién sería el primero en tener hijos y casarse (que Sonia perdió)  pero también salí de allí con otros amigos que aún hoy me aguantan. Penélope, que me dio una ahijada preciosa y difícil de domar. Alicia, una segunda madre que nunca viene mal para cuando falle la titular. Ana, compañera de profesión que va y viene como el Guadiana. Dani, con quien siempre coincidía a las 7:30 en la puerta de la cafetería o el centro cuando aún no los habían ni abierto (Nuestros padres, que madrugaban mucho para no pillar ni un coche) Paula, que fue mi amor universitario y que hoy es amiga y fotógrafa a la que admiro.

Salir con tan buenos y verdaderos amigos es algo maravilloso, pero también los hubo que brillaron y se fueron durante aquellos años. Natalia, Ricardo, Carolina, Joaquín o Peru, son sólo algunos de los que hoy recuerdo. Habrá más, y que no me vengan a la memoria no significa que no ayudasen a formarme y ser lo que soy... un maniaco homicida.

Durante aquellos años de universidad la moda y yo no estábamos muy de acuerdo. A los 20 la rebeldía es parte del proceso evolutivo y en una facultad en la que, cada día es carnaval, si no perteneces a alguna tribu, grupúsculo o movimiento musical, no eres normal. En otras palabras... camisa y pantalón en Bellas Artes es ser un bicho raro.

Yo ya venía un poco maltrecho de mi paso por la Escuela de Artes y Oficios Nº 1, que estaba situada en el madrileño barrio de Malasaña (La Palma 46) Un barrio que, en el 93, no era precisamente lo que es ahora. Para llegar a clase todas las mañanas uno tenía que sortear a Martín, un yonqui que malvivía en la puerta de la escuela y que nos deleitaba fumando heroína o, si el día era especial, algún que otro pinchacito.

En La Palma, descubrí lo que era ser un rebelde incomprendido y decidí, que el mundo y yo teníamos que estar enfadados. Mi pelo comenzó a crecer, mi ropa a oscurecerse y parches de los Maiden, Helloween y Manowar fueron decorando mi ropa... era todo un rebelde.

Así entré en Bellas Artes y, si lo pienso bien, igual tenían que haberme dejado fuera un poquito más....

En fin, en la facultad el pelo me creció más y mis andares se fueron haciendo cada vez más y más cansinos.... con la cabeza echada para adelante dejando que la melena cubriese la cara. Era algo que quedaba muy bien con los pantalones pitillo y alguna muñequera de cuero negro y tachuelas que le robé al bóxer del vecino. Para rematar el alegre conjunto las camisetas negras debían ir siempre sin mangas.

La fotografía, siempre lo digo, está para sustituir a nuestra imperfecta memoria o para ser eliminada si es que queremos olvidar un hecho. De mi época de facultad no hay muchas fotos, porque la justicia mandó destruirlas ante el gran atentado contra el buen gusto que suponían. No obstante, y como hoy vamos de nostálgicos, un poco más abajo cuelgo dos de las fotos que aún perduran. Si estas les parecen duras, deberían ver las que voy sin mangas y con muñequeras.... uy! (un escalofrío)

yo03 quetiempos

Continuando con las batallitas de abuela recuerdo que en aquellos años comenzó también mi empeño en arreglar el sistema, quizás en un intento por solucionar los problemas del mundo antes de que el mundo tuviese que solucionar los míos. Muy prontito me apunté a las elecciones de delegación de alumnos y durante cuatro años estuve representando al alumnado de BBAA en Junta de Centro, lo que me sirvió para tener un despacho donde tocarles el culo a las chatis y conquistas varias (alguna no sabría si era chati u otra cosa) así como para ir haciéndome colega de los profesores y darme cuenta de lo bien que vivían.

No sólo de sus magníficas fiestas de carnaval, de los días enteros en la cafetería jugando al mus o de perseguir a las chatis viven los alumnos de Madrid. También, algún día que otro, asisten a alguna de las magníficas clases que imparten sus profesores, muchos de los cuales son un poco muy culpables de quien soy ahora y mi manera de entender la enseñanza. Nombrar a los que me marcaron es para mí una obligación: Pedro Saura, Luis Castelo, Valentín Sama, Cristina Gª, Antonio Bueno, Juan Millares, Joaquín Peréa, Jaime Munarriz, Matilde Muzquizz, Cuerda, Pereda, Mercedes Replinger, M.A. Junco, M. Massip, Víctor Chacón y algunos más del que me encantaría acordarme.

Ya cuando entré en la facultad tenía la idea de ser docente, pero después de aquellos años tan especiales y ver lo bien que vivían mis profes, tomé la firme determinación de no envejecer nunca de espíritu, y quedarme a vivir por siempre en el país de Nunca Jamás.

En quinto curso, con la Beca de colaboración me corté el pelo y sin la melena al viento ya no tenían ningún sentido las camisetas, los parches, las muñequeras de pinchos ni los pantalones pitillo. Los años de estudiante quedaron atrás, pero los amigos y experiencias quedan para siempre. Mientras escribo estas líneas dos de aquellos amigos duermen en mi casa y cuando cumplamos 80 aún estarán dándome guerra.

Aquí les dejo, pero no sin antes recordarles que sonrían mucho y expriman la vida al máximo, tiene muchas vitaminas.

Sean buenos y a mancharse las manitas de azul!!!

domingo, 4 de octubre de 2009

Hombres, mujeres y otros animales de granja

Otra semana más les damos la bienvenida al Blog con la firme intención de hacer funcionar sus músculos, ya sean los de risa, los que hacen funcionar la materia gris o los del estómago y la mala leche, como es el caso que nos ocupa hoy.

Antes de comenzar damos la bienvenida a las nuevas incorporaciones y a un señor de Cuenca que el otro día buscaba porno y dio con nosotros... "no follé pero me alegró ver que hay gente tan loca como yo" dijo.

A todos ellos y a los que nunca fallan les deseamos muy feliz mes de octubre con especial cariño a los que estos días andan más flojos (Javito, Mama Pato, Montes,  Desubicada, Tuti, Alcalde Gallardón… esto va por vosotros)

Una de nuestras nuevas incorporaciones es pastelera/confitera, así que regocíjense pensando en la de recetas ricas que me pasará en plan secreto y luego yo haré públicas traicionando su confianza. No le gusta que le llamen cocinera y yo lo respeto, pero todo el mundo sabe que el que trabaja en una cocina es un cocinero/a, sea cual sea el plato del menú al que se dedique.

En fin, con eso de la nueva incorporación me han venido a la nariz las razones por las que arrancamos esto del Culturillas hará 6 ó 7 años.... ligar, o más concretamente, enseñar a ligar a otros (a mi no me tiene que enseñar nadie nada!)

La base del "culturillas" original (así se llamaba el primer blog) era enseñar cocina para torpes a un montón de animales con el fin de utilizar esos conocimientos para las artes del ligoteo. A la cocina se sumaron los conocimientos básicos sobre arte, cine y literatura, además de "la frase del día" que daba el toque filosófico a las recetas.

Con todos esos ingredientes un animal de bellota cualquiera podía cocinar una Quiche con cebolla confitada y rematar con un postre delicioso mientras comentaba la obra de Duchamp o recitaba alguna frase de Groucho Marx. Gracias al Culturillas toda una generación de incomprendidos encontraron el amor y, lo que es más importante aún, perdieron la virginidad.

La cosa degeneró un poco y esto ya no va por esos derroteros. Hace 7 años los médicos aún no me habían detectado “Personalidad múltiple con delirios homicida paranoides” ni había pasado por la cárcel. Hoy en día estoy obligado por el juez a realizar terapia semanal y la amenaza de ser internado de nuevo me obliga a escribir todos los domingos un mínimo de 800 palabras (cuando escribo más es por puro vicio)

No obstante, hoy me siento nostálgico y me he planteado si, realmente, la cocina es un medio para el ligoteo o es leyenda eso de que un hombre con delantal liga cantidad.

La única razón que puede llevar a un hombre a cocinar es el ligoteo. Eso o que es Gay. No quiero decir con eso que Ferrán Adriá sea gay.... pero si no lo es, sus intenciones son claras.... follar!! ... o ganar mucha pasta!!! (esa es una tercera razón)

“La cocina nunca ha sido territorio de los hombres, no va con su naturaleza.”

....

He dejado un poco de tiempo para que se indignen a gusto con mi comentario y ahorita mismo lo explico.

Para llegar a tamaña conclusión no hay más que fijarse en los hombres y las mujeres en general. Por un lado la mayoría de nosotros hemos crecido en la España pos dictadura en la que nuestras madres estaban cocinando todo el día. La mía llegaba del trabajo y se ponía a cocinar porque, lamentablemente, es lo que había mamado desde pequeña. Sí es cierto que nuestros padres echaban una mano y que hoy por hoy las cosas han cambiado, pero en el caso de nuestros padres su colaboración se limitaba a pelar patatas, cortar cebolla o freír un huevo, es decir, hacían de pinches. Y en  lo que respecta a la sociedad actual… las cosas han cambiado, pero no tanto. Cojan 10 hogares de parejas jóvenes al azar y tendrán una buena estadística al respecto.

La frase que solté antes, con toda la mala ostia del mundo, tiene su parte de razón. La cocina requiere de su mimo, su cuidado y su dedicación. Cocinar es como cuidar una planta, tocar un instrumento o escribir un libro, se hace despacito y sin prisas, esperando que los resultados lleguen poco a poco.

Por lo general los hombres somos infinitamente más impulsivos, y buscamos un proceso de acción reacción inmediata, por lo que la cocina no nos satisface lo mismo que gritar a un arbitro, fanfarronear o golpear una pelota en calzoncillos. La cocina que practica el hombre, siempre en valores generalistas, tiene más que ver con una pizza, un perrito caliente, freír un huevo o cosas por el estilo. Es cocina sí, pero tiene un carácter mucho más inmediato e impulsivo.

A mi juicio, ese tipo de cocina tiene poco que ver con COCINAR y es por lo que creo que es un territorio que aún se nos escapa a los hombres.

Que hombres y mujeres somos diferentes es un hecho que nadie puede poner en duda. El hombre es más de correr, y la mujer de pasear. Seguramente tiene mucho que ver con costumbres aprendidas y comportamientos sociales que hay que ir erradicando generación tras generación. Pero también puede influir que somos, a fin de cuentas, animales que tras un proceso evolutivo desarrollamos una inteligencia superior a otros seres... pero a fin de cuentas animales.

Como los animales, igual tenemos esa configuración genética que nos da ciertos roles dentro de la manada, de la pareja. Roles que podemos desaprender pero que vienen de fábrica. Lo masculino es la acción, el impulso, el vértice, lo vertical. Lo femenino es el sosiego, la reflexión, la curva, la horizontal.

Releyendo lo anteriormente escrito me pregunto “cómo se me ha ocurrido meterme en tamaño berenjenal!!”, cuando lo que buscaba era meterme con un hombre en la cocina y la torpeza que muestra, o cómo cuando un hombre cocina lo tiene que propagar a los cuatro vientos, como la gran novedad y la gran virtud. Sea como fuere las ideas tienen estas cosas, que en ocasiones fluyen solas.

Si bien alguno de mis comentarios ha sido realizado con el fin de provocar en ustedes una reacción no me cabe duda que la cocina, tal y como yo la entiendo, tiene todo que ver con pasear, escuchar y componer.

Una receta que hoy mismo he hecho y aún no les había dado.

CREMA FRIA DE MELÓN Y LICHIS

1 melón maduro.

1 lata de lichis en almíbar / o pera en almíbar

Taquitos de jamón y hierbabuena

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Vaciar el melón en un cuenco y mezclar con los lichis, añadiendo además la mitad del almíbar.

Batir todo hasta lograr una crema homogénea. Si se quiere más o menos espesa jugar con el almíbar que se añade.

Enfriar en la nevera. Ha de servirse bien frio, en copa de helado o cava con taquitos de jamón serrano y unas hojitas de hierbabuena.

En sustitución del Lichi puede usarse pera en almíbar. El gusto y resultado es muy similar.

Aquí lo dejo antes de que vuelva a meterme en más líos. No dejen de escribir sus opiniones sobre hombres y mujeres. Me interesa sobremanera sacar alguna reflexión al respecto para el librito en proceso. Su minuto de fama está cerca.

Como siempre les recuerdo que todo pasa para mejor y que siempre, siempre, las cosas son del color con que las miras. Hagan como los críos y planteen los retos rellenando pequeños huecos con ceras de colores. En menos que dicen Constantinopla habrán dado color a su vida.

Ala, a mancharse las manitas de azul!!!

PD: alguno de los primeros suscriptores del “culturillas” original igual guardáis los correos. Quiero recuperarlos para poner alguno. Si los guardáis hacédmelos llegar.