Dia de la madre

Hola de nuevo.

Permítanme que hoy sea escueto en el saludo, pero es que se me ha hecho tarde y quería ver si me daba tiempo de ir al cine, así que al grano!

Todos sabemos qué día es hoy no?... ni uno sólo de nosotros hemos podido olvidarnos de que hoy es el día de la madre. Igual alguno se ha olvidado, pero ya lo habrá llamado su madre para regañarlo y ponerle las orejas colorás, con lo que a estas horas todos deberíamos saber que madre no hay más que una.

Las madres se merecen de nosotros lo mejor, porque ellas están presentes en nuestras vidas de mil y una maneras. Desde pequeñitos las madres nos dicen lo hay que hacer, nos preparan el bocadillo de tortilla y siempre nos compran ropa fea para nosotros, y preciosa para ellas.

Si por las madres fuese nos pasaríamos la vida con ellas. Esa chica que escogiste nunca será lo suficientemente buena para ti, una pelandrusca!, y cuando la dejas y la cambias por otra una madre siempre dirá: “no me gusta mucho para mi niño, me gustaba más la otra!”… (la otra pelandrusca claro!)

Las madres, sólo se las puede querer. Ellas siempre tienen razón y siempre, siempre, se encargarán de recordártelo. Recuerdo cuando me secuestraron, me extirparon un riñón y casi muero desangrado. Cuando desperté en el hospital allí estaba mi madre, junto a mí, cogiéndome de la mano y con lágrimas en los ojos. Yo no podía hablar porque llevaba tres meses en coma, estaba intubado y me dolía todo el cuerpo. Quería decirle lo mucho que la quería, pero ella me puso un dedo en los labios para que no intentase decir nada y con todo su corazón me dijo:

- Mira que lo dije!!!
- Que dos riñones no son suficientes!!!! Que necesitas más!!!
- Cuándo aprenderás a hacer caso a tu madre?... y esa ropa interior, que vergüenza pasé cuando te desnudaron para operarte!!!... con esos calzoncillos sin planchar!!!
- No te dijo tu madre que salieses siempre con la ropa interior limpia?
- Cuándo aprenderás que tu madre siempre tiene razón!!!

Pasan los años y te haces mayor, tu madre, que te quiere, sigue llamándote niño delante de tu jefe en la fiesta de tu 50 cumpleaños, o lo que es peor, cuenta alguna anécdota vergonzosa de tu infancia. Y eso, que alguno consideraría una crueldad, no es más que un acto amor para que sigas sintiéndote un niño.

Las madres siempre están presentes en nuestras vidas, cuando nuestro equipo marca un gol gritamos todos al unísono “De puta madre!!”… cuando felicitamos a alguien damos vivas, a la madre que le parió, y si algo nos sorprende, “madre mía”…

Yo suelo acordarme no sólo de mi madre, sino de las madres de otros. Hoy mismo, un simpático conductor me ha mandado recuerdos para mi madre, y yo, amablemente he hecho lo propio con la suya… y es que las madres hay que tenerlas muy en cuenta.

Hay madres primerizas, madre mías, madres que parieron y la madre que te parió. Hay madres de Dios, madrazas y madres que lo son sin haber tenido aún hijos. Existen madres faraonas, madres de todas las guerras y madres Teresas de Calcuta. Conozco una madre que me aguanta, alguna madre de madres a las que los nietos llaman abuelas. Todos hemos tenido una, que en la mayoría de los casos nos quiere y siempre, siempre ha intentado hacerlo lo mejor posible. Hay madres que tienen super poderes, un sexto sentido y un termo en el que lo guardan todo calentito, para sacarlo pasados unos años. Madres para las que siempre estas delgado y a las que sólo les preocupa si estás comiendo bien.

Mi madre me regañará si sigo con estas cosas. Ella esperaba que yo me dedicase a algo de provecho. Tenía sueños e ilusiones para mi y aquí me tienen, avergonzándola.

Sean buenos y quieran mucho a las madres.