Tocandome la Gaita

Hola a todos, currantes, no currantes, jubilados y afortunados de vacaciones.

Una semana más nos ponemos delante del ordenador con la intención de contar algo, entretenido o interesante que nos haga pasar a todos un rato agradable. Esta semana sin embargo es diferente a las últimas, ya que, esta semana estamos de vacaciones.

Vacaciones es un término que siempre asociamos con el buen rollo, el relax y el disfrutar de nuestra gente y nuestro dinero. Yo no sé ustedes, pero un servidor trabaja con el único fin de poder disfrutar de mi gente y mi tiempo libre. Sí, es cierto que soy de esos pocos afortunados que además de hacer lo que le apasiona, recibe dinero por ello, pero… si he de serles sincero prefiero estar de vacaciones!

Al igual que todos ustedes cuando llegan las vacaciones comienzo a planificar vueltas al mundo que no daré, cruceros en barco que nunca cogeré y viajes a Cuenca, que es lo más lejos que en esta época de crisis se puede uno permitir ir.

Este año sin embargo tenía la intención de sacrificar mis vacaciones estivales por un gran viaje a La Argentina. La idea era disfrutar del viaje cuando realmente necesito desconectar de Murcia, la Universidad y la Ex mujer, un “salir corriendo” a buscar en Argentina momentos con la fotografía, los amigos y la escritura.

Las circunstancias, no obstante, limitaron mucho la ruta Argentina, y mi escudero y yo decidimos que ir pa ná, es tontería. Así que cambiamos nuestra Buenos Aires por Glasgow, la Pampa por los Hig Lands y las mujeres Argentinas por hombres barbudos con falda.

Así es, el miércoles por la mañana partimos en alegre compañía a la Gran Bretaña con la intención de conocer un poco más Inglaterra y Escocia. Beberemos Güisqui, Bailaremos danzas nativas y comeremos tripas de cordero mientras tocamos la gaita…. Que nada tiene que ver con “tocarse la Gaita”, aunque pueda parecerlo.

Supongo que mi buen amigo Jero y yo nos encontraremos con la cruda realidad Escocesa y veremos que realmente la imagen de Escocia que tenemos no son más que un conjunto de tópicos salidos del cine. Descubriremos que por las calles de Edimburgo los hombres no van con kilt y que la mayoría llevan pantalones del mismo modo que por las calles de Madrid los hombres no van de toreros y las mujeres no van de gitanas con cola y peineta.

Comprobaremos también que los Escoceses no desayunan Güisqui y que los recién nacidos no llevan petacas en lugar de biberones. También sufriremos una terrible decepción al ver que en los sotanos de cada casa no hay una destilería o que las mujeres no miden dos metros, tienen grandes tetas y las piernas con más pelo que Chewaka

Confío en poder regresar con un montón de tópicos rotos y una nueva visión del país, distinta a la que el cine y la televisión nos han dado. Del mismo modo, espero disfrutar de espectaculares paisajes que quiten el hipo y muchas, muchas fotos.

Intentaremos viajar con los ojos abiertos a nuevas experiencias culturales, la cabeza libre de prejuicios y un toque de aventura. Improvisaremos todo lo posible y lo imposible, dormiremos al raso si es necesario y viajaremos sin prisa ya que el tiempo y el relax se llevan muy mal.

Haremos lo que esté en nuestra mano para conocer la cultura local. Comeremos tripas de cordero, salchichas grasientas y bebidas de dudosa procedencia. Haremos todo lo que queremos hacer sin arrepentirnos de lo hecho y lo que quedó pendiente. La idea es ser un poco más libres y dejar que el verde nos abrace.

Prometo pasarlo muy bien y haciendo todo eso, pero también prometo escribir la semana que viene alguna línea como toca e intentar traerme, como decía Alfonso el otro día, un poco del aroma de Escocia.

Sean felices estos días, no se olviden de sonreír y acuérdense de pintar su vida de azul!!!

Yo, por unos días, me mancharé las manitas de verde.