lunes, 20 de abril de 2009

Proxima parada... Murcia el Carmen

Ya hemos llegado, ya estamos de vuelta por estas tierras. La Semana Santa se acabó y las fiestas de primavera también. Habrá quien no haya tenido dos semanas de descanso. Habrá quien haya viajado, quien haya descansado en casa o quien haya preferido quedarse en Murcia y disfrazarse de Coliflor. Alguno ha echado de menos a los ausentes y otros no. Unos habrán escalado montañas en la cima del mundo y otros han bajado a por el pan a la tienda del barrio, ambas cosas todo un reto. Seas del tipo que seas, de los raros, los viajeros, los caseros o los cosmopolitas ahora toca sobreponerse a la vuelta y apretar el culillo un par de meses más. No desesperes porque a la vuelta de la esquina están el veranito, ya verás como el tiempo pasa volando!

Un saludo a todos de nuevo.

Aunque son muchas las peticiones que hemos tenido para que cuente nuestras peripecias por tierras escocesas habrá que esperar. Que se calmen las masas!, que se vistan las mujeres desnudas!, que se guarden las carrozas, las serpentinas, matasuegras y petardos porque aún no contaremos nada. Estamos preparando el material.

En estos momentos viajo en tren atravesando la provincia de Cuenca. Voy camino de Murcia, regreso a casa porque mañana se reinician las clases. Está siendo un viaje tranquilo, nos hay puesto una película más o menos entretenida y he leído durante una horita y media un libro que Itchiar me dejó el otro día. “Ten, te gustará” me dijo. Se trata de “Un día perfecto”, de Melania G. Mazzuco. No es un mal libro y hasta ahora me está gustando.

Ahora mismo escribo a ratos y en otros, miro por la ventana pasar el paisaje, crecer las montañas y serpentear algún que otro riachuelo. Los frutales de Murcia ya no tienen flor, los verdes brotes van formando las copas y en unas semanas comenzarán a verse pequeños frutos. En perfectas hileras los ciruelos, melocotoneros, limoneros, mandarinos y albaricoques forman batallones que, inertes, tapizan el campo. En el Mp3 suena “Ballads and Blues”, de George Winston.

Es posible que sea el traqueteo del tren, la árida belleza del paisaje o la pericia al piano de G. Winston, pero hoy es uno de esos días en los que me encanta viajar. El tren tiene algo mágico, algo añejo que evoca largas travesía por lejanos parajes. Siempre es especial viajar en tren. No has de andar pendiente de los radares de la autopista, de si has superado o no la velocidad marcada. No hay otros coches en los que poner atención, nadie puede darte un susto. En el tren estás tú y el paisaje, todo ello mecido suavemente por el “run run” de las vías.

Hacía más de dos años que no hacia esta ruta. Cuando me saqué la plaza en Murcia iba y venía cuatro veces a la semana. Era un poco cansado físicamente hablando, pero disfrutaba una barbaridad. Devoraba libros como un loco, me encantaba leer en el tren y escribía mucho más que nunca. Sin embargo, desde que nos vinimos a vivir a Murcia todos los viajes los he hecho en coche. No es un mal trayecto y es muy hermoso si sabes mirar, si sabes cómo mirar. No obstante, no es lo mismo, en tren las cosas tienen otro aroma, otro ritmo.

No sé por qué no viajo más en tren? Todos deberíamos viajar más en tren. Será la vida de ajetreos, prisas y horarios la que hace que no lo usemos demasiado. Será la independencia que nos proporciona el coche, el amor a los atascos o el gozoso sonido de mil cláxones a destiempo.

Hace unos meses escribía a cerca de una vieja cámara de 1953 y reflexionaba sobre las cosas hechas con mimo. Quizás siga hablando de lo mismo cuando pienso en los viajes en tren, viajar con mimo, a otro ritmo, tomándole el pulso al paisaje y  a uno mismo.

Cieza aparece con sus montañas en el horizonte. Apenas queda media hora y negras nubes asoman por el horizonte. Unas cuantas grúas saludan al viajante y le anuncian que ya se acerca a  Murcia. Paradas por la crisis del ladrillo ahora forman parte del paisaje, una parte deprimente pero hermosa del paisaje. Qué pintará una grúa en medio de un campo de Melocotoneros?... no lo sé, pero es una bonita fotografía.

Estas cosas sólo puede uno escribirlas en el tren y me alegro de volver a casa.

 

6 comentarios:

Isaac Ruperez dijo...

bonito, muy bonito...

Me dan ganas de subirme a un tren a recorrer mundo.

Saludetes

Unknown dijo...

Borja, creo que has acabado saturado de tanto coche durante el viaje a Esocia (te recuerdo que hicimos 3000 y pico km) y por eso te ha entrado la vena ferroviaria :)
Yo también me estoy desintoxicando

aguiwaka dijo...

He hablado con Itxi. Dice que te va a hacer no se que malo por decir que el libro que te dió (Un día perfecto) no es un mal libro y no apreciarlo como el libro cojonudo que és.

Ha sido un placer conocerte amigo... :)

Veinte dijo...

A Isaki mil gracias por apreciar lo que escribo. Me encanta que te apetezca viajar en tren, un abrazo fortisimo y unas cañas pendientes....
A mi compañero Gay de andanzas escocesas o como yo le llamaba cariñosamente "Jerolba del culo rojo", le diré que fueron 3200 km de puro terror cuando conducía el y llenos de experiencias inolvidables como la visita al barrio Gay de Londres....
A Javi: Macho, en ese momento no venía bien ser muy explosivo con lo del libro, en realidad me encantó, díselo a Itchi, que no me mate que le tengo miedo. Por cierto, este finde no voy a Madrid y os espero en murcia. Nuestra guía turística por la noche murciana parece que tiene mejores cosas que hacer pero ya improvisaremos algo... no sé, ir de garito en garito hasta localizar los buenos?....
Un placer amigos, sed buenos y felices!!!

Anónimo dijo...

De Isaki, que escribe desde la facultad de comunicación:

Las cañas pon un dia entre el 23 y el 26(domingo?) y nos las tomamos. y a ver si me comentas el blog, que está mas vacio de comentarios...

Anónimo dijo...

¡Hola, Borja! Me alegro que te guste tanto viajar en tren. Yo este año lo estoy cogiendo mucho para ir a las ciudades vecinas y también me agrada mucho. Me iba imaginando los paisajes a medida que los ibas narrando... los echo mucho de menos (aunque me encuentre alguna grúa despistada entre naranjos). Hoy mismo me voy a Cerdeña, a recorrerla de arriba abajo en coche con unos amigos... qué ganas tengo!!! Ya te contaré, pues llego a Murcia el miércoles que viene. Un besillo!!