domingo, 19 de noviembre de 2006

Paella en el Bonillo

El otro día nos pusimos como el tenazas comiendo una suculenta paella que la buena de Juani y la buena de Maria nos hicieron. El entorno escogido para tal fin fue la casa rural que estos y otros individuos habían alquilado el fin de semana. El pueblo del Bonillo es famoso (y nos enteramos ahora) por sus bodegas de vino manchego, su queso curado y su escultura peniforme (mandadme la foto famosa del pene) Bea y yo, con eso de que somos huertanos y nos hemos comprado una casa no teníamos ni para pipas, así que fuimos el domingo a comer con el fin de recuperarnos un poco. Tras 3 horas de viaje sin pasar de 80 y sin separarme de un camión (menos resistencia al viento=menos consumo) llegamos a la bonita casa dispuestos a ponernos tontos a paella. Como había que llevar algo paramos en un supermercado de carretera y mientras Bea robaba una botella de vino yo esperaba fuera con el motor en marcha.
El caso es que la comilona fue muy agradable. Hubo risas, sueño, sobremesa delante de un fuego muy bien encendido y ganas de que el domingo no acabase.
Para los que fueron y para los curiosos, ahí van las fotos!

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